Fue el propio Hospital Arnau de Vilanova el que denunció al técnico de enfermería por suministrar benzodiacepinas

Piden 6 meses de prisión para un técnico que causó el coma a un paciente
Exteriores del Hospital Arnau de Vilanova.


21 mar. 2017 11:40H
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POR REDACCIÓN
La Fiscalía pide 6 meses de cárcel y el pago de una multa de 4.800 euros para el técnico de enfermería del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida acusado de haber suministrado indebidamente un medicamento a un paciente que estaba ingresado en Urgencias y causarle un coma, en enero del año pasado.

Según relata el escrito de calificación fiscal, el técnico está acusado de un delito de intrusismo profesional, por el que pide el pago de una multa de 10 euros diarios durante 16 meses (4.800 euros), y de otro de lesiones por imprudencia grave, por el que le pide 6 meses de prisión e inhabilitación profesional durante el mismo tiempo.

Los hechos ocurrieron el 3 de enero de 2016, cuando el acusado trabajaba como técnico en cuidados auxiliares de enfermería en el Arnau y estaba asignado como refuerzo en la quinta planta de medicina interna. Ese día, por la mañana, ingresó en urgencias la víctima, un hombre de 75 años con uno cuadro diarreico y artritis, que permaneció en un box a la espera de su traslado a planta.

Según el Fiscal, sobre las 19.15 horas de ese día, el acusado bajó a Urgencias para hablar con unos compañeros y al pasar junto al box de dicho paciente, viendo que se quejaba y estaba solo, entró y "pensando en relajarlo y con abandono de toda prudencia profesional" le suministró una benzodiacepina inyectable a través del vial de suero intravenoso que tenía colocado el enfermo.

Al salir del box, se encontró a la hija del paciente, a la que le comunicó que le había suministrado a su padre un sedante para poder realizarle unas pruebas. El hombre quedó profundamente sedado pero posteriormente la médica de guardia observó que estaba en un estado comatoso y, tras comprobar que presentaba las pupilas moticas, sospechó que le habían suministrado una benzodiacepina. La doctora entonces le suministró un antídoto que permitió que el paciente se recuperara de inmediato sin ninguna secuela. Tras hacerle un análisis de orina se comprobó que le habían suministrado benzodiacepinas y, posteriormente, el análisis de sangre confirmó este resultado.

La Fiscalía señala que no se pudo comprobar de dónde obtuvo la benzodiacepina el acusado y destaca que su titulación profesional le impide recetar o suministrar medicamentos, por lo que el acusado "era ignorante de los efectos perjudiciales que las benzodiacepinas podrían producir en el paciente". El acusado, que fue detenido tras los hechos, se encuentra en libertad bajo fianza de 4.000 euros desde su detención, en abril del año pasado. Fue el propio hospital el que denunció al técnico, que está suspendido de empleo y sueldo y desde entonces no ha vuelto a trabajar en el centro.


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