Diccionario de enfermedades

Dolor cervical

¿Cuáles son las causas del dolor cervical?
El dolor cervical es un síntoma muy frecuente. Cuando el dolor es consecuencia de enfermedades de la columna vertebral suele aparecer al mover el cuello y asociarse con rigidez. La aparición de una descarga eléctrica que baja por la espalda al flexionar el cuello indica afectación de la médula espinal a nivel cervical.

Ante cualquier dolor cervical se debe descartar la presencia de una enfermedad grave. Los datos que deben llevar a investigar una causa grave de dolor cervical son:
  • La presencia de dolor por la noche o estando en reposo.
  • La historia previa de cáncer.
  • La existencia de infecciones crónicas.
  • La existencia de traumatismos previos en la zona.
  • Una edad superior a 70 años.
  • La asociación del dolor con una alteración neurológica progresiva.
  • La aparición del dolor en personas que consumen corticoides o drogas intravenosas.
  • Si el dolor se asocia a fiebre, pérdida de peso o déficits neurológicos en la exploración.

¿Cuáles son las causas del dolor cervical?


Las causas más frecuentes de daño y dolor cervical son:
  • Traumatismos. Generalmente accidentes de coche recibiendo un golpe por detrás o caídas. Suele producirse daño de los ligamentos cervicales (distensión de ligamentos) pero puede haber también una herniación discal o una fractura. El dolor puede mantenerse muchos meses después del accidente aunque solo se haya encontrado la distensión de ligamentos.
  • Hernia discal de un disco cervical. Suele producir dolor de cuello y hombros y, si se pinza alguna raíz nerviosa, dolor que se extiende por el brazo y puede llegar a la mano. La compresión de las raíces nerviosas (cervicobraquialgia) también puede producir alteraciones de la sensibilidad de los brazos o manos, con aparición de hormigueos, acorchamiento, y adormecimiento, o pérdida de fuerza. Además del dolor en el cuello, éste suele estar rígido y doloroso cuando se mueve. En jóvenes, la hernia discal suele ser consecuencia de un traumatismo y, en ancianos, consecuencia de una degeneración de la columna.
  • Artrosis cervical. Produce dolor en el cuello que puede extenderse por la nuca y los hombros. Puede acompañarse de la presencia de osteofitos (unos crecimientos anormales del hueso que pueden comprimir a las raíces nerviosas) en cuyo caso puede producirse una cervicobraquialgia.
  • Otras causas más infrecuentes de dolor cervical pueden ser la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, las infecciones de la columna (osteomielitis vertebral o discitis) o los tumores de las vértebras o metástasis de cánceres de otra localización.


¿Cómo se diagnostica?


En cualquier paciente con dolor cervical se debe realizar:
  • Una cuidadosa historia clínica, que recoja los datos que sugieran una posible causa grave.
  • Análisis de sangre y orina. No suelen ser necesarios a no ser que se sospeche una enfermedad grave.
  • Radiografía de columna cervical y, si fuera necesario, un TAC o una RMN de la columna. Las indicaciones de estas dos últimas pruebas deberían limitarse a aquellas situaciones donde se sospeche una determinada enfermedad.
  • En algunos pacientes puede ser necesario realizar un electromiograma para ver si existe afectación de los nervios que van hacia los brazos.

¿Cuál es el tratamiento para el dolor cervical?

  • Dolor cervical sin cervicobraquialgia (sin afectación de las raíces nerviosas). La mayoría de estos dolores se recuperan en días o tras pocas semanas, muchos de ellos sin ningún tratamiento. Se deben descartar los síntomas y signos que puedan sugerir una causa grave, no siendo generalmente necesario realizar ninguna prueba de imagen especial.
  • Se deben recomendar analgésicos o anti-inflamatorios asociados a relajantes musculares por la noche. El tratamiento con tramadol o con derivados opiáceos debe limitarse a pacientes con dolor que no ceda a los tratamientos habituales.
  • La movilización del cuello y algunos programas de ejercicios pueden ser eficaces en pacientes con distensión cervical tras un accidente.
  • En ocasiones puede ser beneficioso aplicarse calor local (manta eléctrica).
  • Otros tratamientos como los masajes, acupuntura, ultrasonidos, TENS, magnetoterapia, tracción cervical, etc., no han demostrado ser más eficaces que los analgésicos. Algún estudio sugiere que la administración de láser puede ser beneficiosa, aunque los datos no son concluyentes.
  • Tampoco existen evidencias de que la cirugía (fusión de vértebras o extracción del disco intervertebral, disquectomía) o las inyecciones en la columna sean eficaces en pacientes sin afectación de las raíces nerviosas.
  • Dolor cervical con cervicobraquialgia (con afectación de las raíces nerviosas). La mayoría de las personas mejoran sin ningún tipo de tratamiento especial después de varias semanas. El tratamiento recomendable es:
  • Analgésicos o anti-inflamatorios asociados a relajantes musculares por la noche.
  • La utilización de analgésicos opiáceos, corticoides por boca, tracción cervical o inmovilización con un collarín blando o duro, no han demostrado inequívocamente su eficacia.
  • Las inyecciones epidurales (en una zona de la columna) de corticoides mejoran el dolor de forma temporal aunque no modifican la evolución natural de la enfermedad.
  • En pacientes en los que el dolor sea debido a la compresión de las raíces nerviosas como consecuencia de una artrosis cervical, puede haber indicación de cirugía para evitar el daño a los nervios. Además puede producir una mejoría rápida del dolor, si bien no se sabe a ciencia cierta si modifica la evolución futura de la enfermedad. Si hay daño neurológico progresivo por compresión de las raíces nerviosas, compresión de la médula espinal o dolor que no cede a un tratamiento óptimo pasado un tiempo, puede haber indicación quirúrgica. La cirugía incluye la extracción de un disco intervertebral (disquectomía) asociada o no a fusión vertebral o laminectomía (quitar una parte de la vértebra)

¿Cuándo acudir al médico de atención primaria por un dolor de cuello?


Ante un dolor cervical que persiste varios días siempre se debe acudir al médico de atención primaria. También se debe acudir si el dolor es muy intenso o si se acompaña de otros síntomas que sugieran una causa grave de la enfermedad como fiebre.

¿Cuándo se debe acudir a la Urgencia por un dolor cervical?


Los motivos para acudir a urgencias son el que se trate de un dolor muy intenso o que existan datos de afectación radicular (compresión de raíces nerviosas). También se debe acudir si el dolor se acompaña de datos que pueden hacer sospechar gravedad como la presencia de fiebre, malestar general, atontamiento, bajada de tensión, etc.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.