La Fundación Theodora realizó un proyecto piloto en tres hospitales de España con el objetivo de minimizar el impacto a los menores enfrentarse a una operación



25 mar. 2011 12:36H
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Redacción. Santa Cruz de Tenerife
El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria participa en un proyecto nacional liderado por la Fundación Theodora con el que se pretende minimizar el impacto emocional y el estrés que se pueden presentar en los niños y adolescentes a la hora de pasar por una operación durante su estancia hospitalaria.

Mercedes Cueto, junto a Alberto Talavera y Javier Tejero.

Se trata del programa piloto de Acompañamiento Quirúrgico (AQUÍ), enmarcado en la política de humanización del ámbito hospitalario y que siguen los tres centros sanitarios españoles escogidos por Fundación Theodora para llevarlo a cabo, como son el Hospital Gregorio Marañón de Madrid,el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona y el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria deTenerife.

Tras seis meses en fase experimental durante mayo y diciembre de 2010, se está estudiando la posibilidad de implantarlo en otras comunidades autónomas dada la gran acogida que ha recibido por parte de los profesionales sanitarios y por los logros obtenidos entre los pacientes.
Así, Javier Tejero, director de Fundación Theodora en España; Alberto Talavera, director de Área de Salud de Tenerife y Mercedes Cueto, directora Gerente del HUNSC, han confirmado su intención de prorrogarlo en este centro hospitalario durante 2011, consistente en visitas conjuntas y coordinadas el mismo día tanto a la planta de hospitalización pediátrica como en el programa de Acompañamiento Quirúrgico.

Uno de los momentos más complejos es afrontar una operación y para minimizar el miedo, el estrés o la angustia que puede producir en los pacientes pediátricos así como de sus familias, además de la información y atención sanitaria que ofrecen los profesionales, la Fundación Theodora puso en marcha el programa, de manera que con la presencia de los 'Doctores Sonrisa', los niños y niñas que debían ser intervenidos, estuviesen acompañados por estos artistas profesionales en diferentes ámbitos del proceso quirúrgico, tanto en los momentos previos como a su salida de quirófano.

Tras la fase experimental, se ha podido comprobar que este acompañamiento personalizado, reduce el nivel de estrés en situaciones complejas, aligera la angustia por la separación de los padres en el momento de la operación y contribuye a la humanización del acto quirúrgico, aportando un efecto terapéutico tanto a los niños como a sus familiares. Durante estos seis meses, los Doctores Sonrisa de la Fundación Theodora han visitado a más de 600 niños antes y después de entrar a una sala de operaciones en los tres hospitales.

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