Una investigación descubre una correlación entre la inhalación del contaminante y la gestación



11 feb. 2016 16:36H
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Redacción. Madrid
Contaminación, ruido de tráfico y temperatura con episodios de olas de calor influyen a corto plazo en el adelanto de los nacimientos que se producen en Madrid, según un estudio publicado en la revista Enviromental Research por un equipo que lidera Cristina Linares, investigadora de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.

Cristina Linares, de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III.

Según esta investigación, de los cerca de 300.000 partos que se produjeron en Madrid en el periodo 2001-2009, más de 24.000 fueron de bebés que no llegaron a las 37 semanas de gestación (prematuros); más de 20.000 se corresponden con bebés que nacieron entre las semanas 30 y 37 de gestación (muy prematuros) y 4.270 corresponden a partos por debajo de las 30 semanas de embarazo (extremadamente prematuros), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La investigación establece que las partículas de diámetro inferior a 2,5 micras (PM 2,5), emitidas en buena parte por los vehículos con motor diésel, se relacionan con los partos que se producen antes de las 37 semanas de gestación. Algo que se concluye porque se ha observado que, un día después de producirse un pico de contaminación por PM2,5, aumenta el riesgo de partos prematuros en un 3,7 por ciento por cada diez microgramos por metro cúbico que aumente la concentración de las partículas PM2,5.

Por otro lado, la temperatura en olas de calor no sólo influye en el número de partos prematuros, sino que también se relaciona con los que denominados partos muy prematuros. Un día después de que se registre una temperatura máxima diaria superior a 34ºC, aumenta el riesgo de que se produzcan partos prematuros en un 5,2 por ciento, y partos muy prematuros en un 4,7 por ciento por cada grado en que la temperatura máxima diaria supere los 34ºC.

Por último, el ruido, que en una gran ciudad se debe al tráfico rodado en más de un 70 por ciento, se relaciona no sólo con los partos prematuros y muy prematuros, sino que también existe una clara asociación estadística entre el ruido diurno y los partos
que no llegan a las 30 semanas de gestación (extremadamente prematuros).

El ruido de los coches también influye

Por cada decibelio que aumente el ruido diurno en Madrid, ese mismo día, el riesgo de un parto prematuro se incrementa en un 15,4  por ciento; en un 6,9  por ciento el de un parto muy prematuro, y en un 22,2  por ciento el de uno extremadamente prematuro.

Los investigadores han apuntado, asimismo, que mecanismos fisiológicos asociados al estrés son la causa que relacionan el ruido y la temperatura con los partos prematuros, mientras que, para el caso de las partículas PM-2,5, el mecanismo biológico capaz de producir un efecto sobre las mujeres embarazadas a corto plazo aún no está claramente establecido.
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