Hay muestras de que pueden “ralentizar” el tiempo de recuperación del paciente ante estos hechos



7 ago. 2013 12:40H
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Redacción. Madrid
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado a los médicos de Atención Primaria que no suministren en el primer mes benzodiacepinas a los pacientes que presentan síntomas agudos postraumáticos o trastornos del sueño después de haber sufrido un evento potencialmente traumático. Este consejo se debe, según la OMS, a que no hay evidencias sobre los beneficios de las benzodiacepinas en los síntomas de estrés después de un reciente suceso traumático y que, por el contrario, sí hay muestras de que pueden “ralentizar” el tiempo de recuperación del paciente ante estos hechos.

Margaret Chan, directora general de la OMS.

De hecho la organización ha informado de que las “principales preocupaciones” sobre el uso de este fármaco son que muchas personas han desarrollado tolerancia a sus efectos, ganan “muy poco beneficio terapéutico” del consumo crónico, se vuelven dependientes de ellos y, además, sufren síndrome de abstinencia al dejar de tomarlos. Por tanto, la OMS ha aconsejado no suministrar el medicamento a los adultos para reducir los síntomas de estrés traumático agudo asociados al deterioro significativo de la actividad diaria en el primer mes después de un suceso traumático, aunque ha reconocido que sí pueden usarse para tratar otros trastornos mentales.

La recomendación de la organización se incluye en las nuevas directrices que ha publicado sobre la atención de la salud mental después de un traumatismo. “Hemos recibido numerosas peticiones de orientación para el cuidado de la salud mental después de un trauma o una pérdida. Ahora, los proveedores de Atención Primaria van a poder ofrecer soporte básico consistente en la mayor evidencia disponible. Además, también aprenderán cuándo derivar un tratamiento más avanzado”, ha explicado la subdirectora general de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental, Oleg Chestnov.

Y es que, los eventos traumáticos y la pérdida de seres queridos son comunes en las vidas de las personas. De hecho, en un estudio de la OMS realizado en 21 países, el 21,8 por ciento de los encuestados reconocieron haber sido testigos de un acto violento; el 18, 8 por ciento dijo que había experimentado violencia interpersonal; el 17,7 por ciento había sufrido un accidente; y el 16,2 por ciento había presenciado una guerra. Además, la investigación mostró que el 3,6 por ciento de la población mundial sufre trastorno de estrés postraumático.

Por todo ello, con el nuevo protocolo realizado por la OMS, con la colaboración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), los trabajadores de Atención Primaria van a poder ofrecer apoyo psicosocial básico a los refugiados, así como a las personas expuestas a un trauma o una pérdida en otras situaciones. Entre los tipos de apoyo que estos profesionales pueden ofrecer, la organización ha establecido aquellos que van desde los primeros auxilios psicológicos, hasta el manejo del estrés y las ayudas para identificar a las personas.

“La remisión de los tratamientos avanzados, como la terapia cognitivo-conductual o una nueva técnica conocida como el movimiento del ojo desensibilización y reprocesamiento deben ser considerados para las personas que sufren de trastorno de estrés postraumático. Estas técnicas ayudan a las personas a reducir recuerdos vividos de eventos traumáticos. Se recomienda más capacitación y supervisión para hacer estas técnicas más ampliamente disponibles”, ha zanjado la OMS.
 

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