“Se está desarrollando un nuevo programa de gestión del servicio y es el momento de analizar propuestas”, responde la consejera



30 sept. 2011 11:44H
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Redacción. Santander
La consejera de Sanidad y Servicios Sociales de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y la directora gerente del ICASS, Isabel Urrutia, se han reunido con los miembros de la Junta del Colegio de Enfermería en la sede colegial para conocer la propuestas y necesidades del colectivo enfermero y para analizar en conjunto los criterios que consideran deben implantarse para el correcto funcionamiento de la Sanidad pública regional.

La consejera y la presidente del ICASS, con integrantes de la Junta Directiva del Colegio de Enfermería.

Rocío Cardeñoso, agradeció a la consejera y a la directora del ICASS su presencia en el Colegio para escuchar lo que “los profesionales de enfermería están dispuestos a aportar al futuro de la sanidad regional” y mostró la disposición del colectivo “para trabajar más y con más funciones. La profesión está avanzando con rapidez”, señaló, “porque cada vez estamos mejor formadas y, por eso, podemos asumir más competencias, lo que permitirá al sistema sanitario aprovechar mejor los recursos y, en definitiva, reducir los costes”.

La Junta del Colegio trasmitió a la consejera la necesidad de realizar una reestructuración profunda del funcionamiento del sistema de Atención Primaria, poniendo en marcha un nuevo modelo donde el paciente pueda elegir enfermera al igual que hace con el médico, además de desarrollar un modelo de atención basado en la gestión compartida de la demanda entre enfermeros y mÉdicos, donde exista una metodología propia de su trabajo, donde estén claramente definidas sus funciones y donde la enfermera sea la gestora de los casos y la responsable de la coordinación interasistencial al paciente crónico.

Sáenz de Buruaga se mostró de acuerdo con sus demandas e indicó que se las trasladaría al director general de Atención Primaria, “pues ahora se está desarrollando un nuevo programa de gestión del servicio y es el momento de analizar propuestas que, sin duda, pueden mejorar el funcionamiento a la vez que se reducen las esperas y los costes”.

Posteriormente, se planteó la situación del desarrollo de las especialidades, donde nuestra región ocupa los puestos de cola junto a La Rioja, Ceuta y Melilla. La consejera reconoció la situación e indicó que “es un tema que tienen que evaluar, pero que en la situación económica actual tenemos que analizar que necesidades reales existen, cuántas plazas se podrían sacar cada año en cada especialidad y cuanta dotación sería necesaria” y se comprometió en gran medida con la profesión al reconocer “que el modelo de atención sanitaria avanza hacia la especialización y las enfermeras estáis dentro de ese modelo, por eso tenemos que avanzar en su desarrollo”.

La situación de la prescripción enfermera

Sáenz de Buruaga mostró su interés por la situación de la prescripción enfermera e indicó a los miembros de la Junta que contará con la enfermería antes de tomar una decisión al respecto en el Consejo Interterritorial que deberá aprobar el decreto. La Junta del Colegio sorprendió a la consejera cuando le explicaron que en Cantabria, cuando entre en marcha el decreto, habrá más de 800 enfermeras formadas en espera de la correspondiente acreditación para prescribir y señalaron que los problemas para su aprobación vienen por el descuerdo que mostraron Cantabria, Andalucía y Extremadura, pretextando que deberían ser las Administraciones regionales quienes realizasen esa acreditación y no el Ministerio, planteamiento rechazado por el resto de la Autonomías y por el propio Consejo General de Enfermería, pues provocaría que cuando una enfermera cambiase de comunidad necesitaría volver a acreditarse.

La presencia de la directora del ICASS permitió a los miembros del Colegio reclamar un papel más importante en el desarrollo de la Ley de Dependencia y Autonomía Personal en Cantabria, explicando que son las que desde hace mucho tiempo atienden a estos grupos de población en sus domicilios y son quienes conocen la situación del paciente, de su familia y de su entorno más próximo y comunitario, pues no en vano tienen que realizar valoraciones metodológicas. Por eso, reclaman que se las considere como profesional de referencia en todo el proceso, tanto durante la solicitud como en la valoración de la dependencia, ya que podrían aportar objetividad y agilidad, identificando de manera inmediata tanto los casos de grave intervención como los posibles fraudes.

Protocolo de agresiones

En la reunión se planteó también la necesidad de crear un protocolo de agresiones único para todos los sanitarios que trabajan en Cantabria, reclamando el desarrollo de un decreto autonómico que regule la actuación ante las agresiones a los sanitarios y que proteja tanto a los que trabajan en el sector público como a los del privado.
 

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