La Revista

El Servicio Sanitario del 112 del Sescam se encarga de valorar los equipos médicos que se envían ante un incidente

Gestionar recursos, tiempo y víctimas, el día a día del médico de incendios


27 ago. 2022 17:40H
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POR ANA P. ECHAVARRÍA
Un operador de demanda del 112 de Castilla-La Mancha recibe una llamada, es un incendio. De inmediato, da aviso a las agencias necesarias para acudir al lugar del incidente, entre ellos el Servicio Sanitario.

"Hay que estimar los recursos que se necesitan en función del tipo de incendio", explica una médico del Centro Coordinador del 112 del Sescam, "no hay un destacamento médico único y exclusivo para los incendios, sino que movemos los recursos dependiendo del número de víctimas que sabemos que hay o que sospechamos que podemos tener".

Además, otro de los factores clave es si se trata de un incendio forestal, donde se manda un recurso básico, o urbano, cuando se envía un recurso avanzado (UME). Sin embargo, no siempre es fácil evaluar su tipología: "Una vez tuvimos un restaurante que echó a arder pero estaba dentro de un parque dentro de una localidad, la duda era si aquello se trataba como un incendio urbano o forestal".

La complicación añadida es la necesidad de tener muy en cuenta el coste de oportunidad, ya que al tratarse de una comunidad tan extensa como Castilla-La Mancha, con mucha dispersión, los recursos tardan en llegar. "Yo era la responsable y lo valoré como forestal, porque el parque era muy grande, era por la noche, el restaurante estaba cerrado y no había población en un radio de 100 metros", explica la facultativa, que narra que, afortunadamente, el incidente se resolvió rápidamente gracias a la colaboración de los dueños.

Los sanitarios, pendientes del puesto de mando avanzado


En el momento en el que el equipo sanitario llega a la zona del incendio su primera labor es ponerse en contacto con el puesto de mando avanzado, ya que ellos son quienes indicarán a los sanitarios dónde deben colocarse y cuál va a ser su función.

Desde el Centro Coordinador se mantienen atentos a los recursos necesarios, tanto mediante el programa FIDIAS, que en Castilla-La Mancha informa de la situación de los incendios forestales, como a través de los recursos desplegados.  "Un incendio se maneja como si fuese un incidente de múltiples víctimas. No es un incidente de este tipo, pero si se descontrola se podría producir un incidente con múltiples víctimas", detalla la médico, que explica que lo fundamental es que las necesidades atencionales estén cubiertas para que nunca sobrepase el número de afectados a la capacidad de cobertura.

Habitualmente las lesiones que suelen tratar están relacionadas con la inhalación de humo, lo que provoca disnea, molestias faríngeas, tos y molestias oculares y nasales. "Normalmente nos quedamos hasta que hay menos de 40 intervinientes entre fuerzas de seguridad y bomberos, ellos, por su parte, suelen quedarse una hora más refrescando el terreno hasta que se considera extinguido", especifica.

La gestión de recursos, clave en la coordinación sanitaria


Gestionar estos recursos no es fácil, especialmente cuando hay más de un incendio: "Una vez tuvimos cinco a la vez, tienes que estar muy pendiente de que no se te mezclen informaciones". "Según el nivel de protocolo que sea el incendio mandamos el recurso correspondiente y hacemos seguimiento de los afectados, sobre todo por si la situación cambia y hacen falta más recursos", detalla la sanitaria.

En ocasiones hay algunas situaciones especialmente complicadas, como un incendio que se dio en un barranco en un día muy ventoso. La extinción fue muy difícil y hubo que poner sobre aviso a dos minicipios y a una distribuidora de electricidad, a la que se pidió que deselectrificara unos postes para no empeorar el suceso.

Algunos casos son más pequeños pero resultan un reto logístico y son gratificantes una vez solucionados. La sanitaria pone como ejemplo una ambulancia que empezó a arder cuando llevaba a siete pacientes. El conductor se dio cuenta y paró el vehículo, sacando a los usuarios e intentó apagarlo con un extintor que tenía. Sin embargo, su intento no sirvió de nada y un poste cercano se prendió fuego, así como el edificio aledaño.

"Por suerte la persona que dio la alerta era una persona muy bien entrenada y nos mantuvo informados en tiempo real, con lo cual la operativa se desarrolló muy rápido. Posteriormente hubo que gestionar la recogida de esos pacientes que tenían que ir al hospital", narra.

"Aunque trabajamos de una forma muy eficiente creo que aún estamos lejos de conseguir una comunicación ágil con el puesto de mando. Por ello creo que habría que mejorar los medios de comunicación, habilitando líneas específicas", concluye antes de lanzar un llamamiento a la población e invitarles a reportar cualquier humareda que vean: "Aunque creáis que alguien ya lo ha hecho, es mejor hacerlo por si acaso".

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