Luis A. Outeiriño, Pedro Cuevas, Guillermo Giménez Gallego y Carlos Azanza.
Joana Huertas


5 abr. 2016 20:10H
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POR JUANMA FERNÁNDEZ
Más de 707.000 personas padecen en España Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), una patología que a partir de los 75 años afecta al 8 por ciento de la población, y a los 85 eleva su porcentaje al 15 por cien. Y que además es la primera causa de ceguera legal en mayores de 65 años. Se trata de una enfermedad que se manifiesta en una notable disminución de la agudeza visual, y que un exitoso ensayo clínico totalmente español está logrando detener.

Luis A. Outeiriño, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital de Día Pío XII de Madrid; Pedro Cuevas, investigador y profesor de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid; Guillermo Giménez Gallego, profesor ‘ad honorem’ del Centro Superior de Investigaciones Científicas; y Carlos Azanza, oftalmólogo también del Hospital de Día Pío XII.

Guillermo Giménez Gallego, profesor ‘ad honorem’ del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y miembro de la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF); Pedro Cuevas, investigador, profesor de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid y exjefe del Servicio de Histiología del Hospital Ramón y Cajal; Luis A. Outeiriño, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital de Día Pío XII de Madrid, y Carlos Azanza, oftalmólogo del mismo centro, han logrado tratar la DMAE húmeda, mucho más agresiva, con fármacos antiangiogénicos (anti-VEGF) en inyección intravítrea, que son capaces de detener el curso de la enfermedad, por lo que han supuesto un cambio de paradigma.

El citado ensayo clínico consiste, en cambio, en inyectar Etamsilato vía intravítreo, lo que está dando en su fase IV unos resultados excelentes, sin efectos secundarios, tanto para la DMAE seca como la húmeda. En concreto, el trabajo de estos cuatro profesionales está demostrando que el etamsilato inhibe el factor de crecimiento de fibroblastos, que si lo hacen de forma libre terminan provocando la enfermedad.

Además, parece que una única inyección intravítrea es capaz de detener el progreso de la degeneración macular a largo plazo e incluso de mejorar sensiblemente la agudeza visual, siempre y cuando se trate a los pacientes en los estadíos 1, 2 y 3 de la enfermedad. Aun así, aproximadamente el 15 por ciento de los pacientes requiere de una segunda dosis.

En la primera imagen, Gloria Giménez acompaña a Tomás de Gracia, primer paciente del equipo investigador; en la fotografia de al lado, María Jesús Sánchez, también paciente, junto a su hija, Elba Matamoros.


Isabel Herrera y Amparo Santamaría acompañan como oyentes a Auxiliadora Arconda, paciente del equipo.


María Outeiriño hermana de Luis A. Outeiriño; Antonio López, paciente; y María Antonia Ruiz, paciente y enfermera.


Begoña Cuevas, colaboradora del equipo de investigación; Chantal Bouredrier, esposa de Pedro Cuevas; y Pilar Gómez, amiga de la familia.


En la primera imagen, María Pérez y Arturo Borrego, terapeutas; en la siguiente fotografía, Victoria Rojo junto a Verónica Outeiriño, hija de Luis A. Outeiriño.


 En la primera imagen, Pedro Cuevas junto a Carlos Azanza; en la fotografía siguiente, Ana Brieva junto a su esposo, Luis A. Outeiriño.


 El salón Severo Ochoa del Colegio de Médicos de Madrid se llenó para escuchar la ponencia de los cuatro profesionales.


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