Los recortes aumentan la presión asistencial y provocan una mayor falta de atención de los trabajadores, según CSIF

Cada semana, tres sanitarios sufren un accidente grave de camino al trabajo
Javier Resa, Carlos Moreno, Fernando Molina y Mª Dolores Limón.


19 abr. 2016 12:00H
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POR @CRISTINAALCALAL
Los recortes en sanidad provocan que cada semana tres profesionales sufran un accidente grave en España durante los desplazamientos hacia o desde su lugar de trabajo, según un análisis realizado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), a partir de los datos del Ministerio de Empleo.

Esto significa que, en el último año, los sanitarios han sufrido 158 accidentes ‘in itinere’ graves, 6 mortales y 10.176 leves, tal y como muestran las cifras del sindicato. En total, este colectivo ha vivido 10.340 percances por desplazamientos, una cifra que va en aumento con los años. De hecho, entre 2011 y 2015, los trabajadores de las actividades sanitarias y de servicios sociales han tenido 48.000 accidentes de trabajo (un 15 por ciento más en cuatro años) y constituyen el segundo sector con más siniestralidad de España, solo por detrás del comercio al por mayor y al por menor. 

Evolución de los accidentes de trabajo por desplazamientos en sanidad y servicios sociales entre 2011 y 2015. Fuente: C-SIF.


Esta problemática tiene diferentes causas pero un solo denominador común: la recesión económica. Debido a la crisis, el sistema sanitario ha sufrido mayores recortes en personal y ha tenido una tasa de reposición más limitada, según ha explicado el presidente nacional de Sanidad de CSIF, Fernando Molina. Esto ha provocado que la presión asistencial haya crecido entre los trabajadores, quienes han tenido que doblar turnos estos últimos años, sin respetar los descansos o, incluso, asumiendo otras funciones, con el consiguiente cansancio y falta de atención para la conducción que eso conlleva. 

Asimismo, explica el representante, se abusa de la movilidad geográfica en sanidad, lo que incrementa el riesgo de la siniestralidad, único a circunstancias como el descuido o la dejadez en el cuidado del vehículo, tanto personal como de la propia Administración. Respecto a los accidentes en misión, es decir, aquellos que se producen durante los desplazamientos obligados por el trabajo, los recortes han propiciado que no se dote a la mayoría de profesionales de vehículos, vestimenta e instrumentos adecuados. A esto se añade los riesgos intrínsecos de los desplazamientos, especialmente en el ámbito rural, alerta el sindicato. 

“El SNS no asume el gasto ‘extra’ que generan estos desplazamientos, lo que supone una pérdida económica para el trabajador, que utiliza su propio vehículo para los traslados a otros centros sanitarios durante su jornada y en los avisos domiciliarios”, añade esta organización, que suma el envejecimiento de la plantilla como otro de los factores a tener en cuenta en seguridad vial. 

Las recomendaciones de CSIF a la Administración sanitaria

Para evitar esta situación, CSIF ha elaborado un ‘decálogo de recomendaciones’ dirigido a las Autoridades sanitarias. Por ejemplo, que doten de tiempo suficiente para hacer los avisos domiciliarios para que no sigan provocando un ritmo de estrés; adaptar las consultas en función de los avisos domiciliarios; evaluar los riesgos en los desplazamientos, y tener en cuenta la edad como factor de riesgo en el conductor durante los trayectos. Asimismo, el sindicato insta adaptar los puestos de trabajo de las embarazadas –eximiéndolas de realizar avisos domiciliarios-; a que el trabajador no asuma ningún gasto adicional por los desplazamientos; proporcionar la adecuada accesibilidad a los centros de trabajo, e implementar las acciones de movilidad para sus empleados.

Por otro lado, también pide favorecer las permutas entre las plazas de funcionarios; aumentar las medidas de conciliación familiar; dotar al trabajador de medios suficientes para realizar las visitas; impulsar medidas de concienciación para reducir la imprudencia temeraria por parte del trabajador (por velocidad excesiva, consumo de drogas o tasas elevadas de alcohol), y realizar el mantenimiento adecuado de los vehículos, tanto si o no de la empresa.

Por último, instan a fomentar la formación en prevención de la seguridad laboral; establecer medidas específicas para reducir la fatiga y la somnolencia sobre la conducción, así como para gestionar los desplazamientos en función de la carga de trabajo; y aplicar iniciativas de diminución y ordenación de la movilidad (por ejemplo, a través de transporte colectivo).
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