Laura G. Rueda / Imagen: Miguel Ángel Escobar y Pablo Eguizábal. Madrid
Juan José Almagro es uno de los principales expertos en Responsabilidad Social en España. Es presidente del Consejo de la Cátedra de Responsabilidad Social de la Universidad de Alcalá de Henares y de Bionaturis; y patrono de la Fundación Bequal, del Grupo ONCE, forma parte también del Comité de Dirección de la Escuela de Doctorado de la Universidad de Granada y es vocal del Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas (Cerse), entre otros cargos. Además, desde abril de 2013, preside la asociación de Directivos de Responsabilidad Social Empresarial (Dirse). Redacción Médica ha tenido la oportunidad de entrevistarle y de conocer su opinión sobre este nuevo “apellido” de la Responsabilidad Social.
El presidente de Dirse, Juan José Almagro, durante el Café de Inidress en los estudios de Sanitaria 2000.
Hace unas semanas ha sido nombrado vicepresidente primero del comité español de Unicef. Primero de todo, enhorabuena. ¿Cómo recibe este cargo?
Con tremenda ilusión y ganas de hacer las cosas porque trabajar para Unicef te permite trabajar por los niños y cuando uno puede hacer esto tiene la certeza de estar trabajando por el futuro.
Volviendo a Dirse, la asociación profesional que preside desde su creación en abril de 2013. ¿Por qué nace esta organización? ¿Cuáles son sus objetivos?
Dirse es una asociación profesional. Sus socios son personas físicas y lo que persigue la asociación es la dignificación y formación de las personas que, en puestos ejecutivos o directivos, desarrollan la función de la Responsabilidad Social en empresas, fundaciones, etc., en cualquier organización. En definitiva, sus objetivos son formar, dignificar y dejar en el lugar que les corresponde a las personas que se dedican a esto.
¿Qué balance hace de este primer año?
Estamos más que satisfechos, Dirse se propuso tres objetivos cuando nació el 26 de abril de 2013. El primero de ellos era alcanzar los 100 socios y ya estamos en 180, acabamos 2013 con 130, llegaremos a 200 muy pronto y es un éxito. El segundo era profundizar en la formación de las personas que se ocupan de la Responsabilidad Social (RS) y, el tercero, publicar un estudio sobre la función de la RS en España, lo hemos conseguido hace un mes. Nunca se había hecho un estudio de estas características en Europa, sólo hay algunos antecedentes próximos en EEUU. Lo que hemos hecho, con seriedad y rigor, es presentar un estudio que ha logrado un amplísimo eco y nos permite obtener un montón de líneas de trabajo que van a permitir que Dirse siga laborando en un futuro por la Responsabilidad Social y por las personas que se ocupan de ella. Se lo hemos presentado a un grupo de diputados en el Congreso, al Consejo Español de Competitividad y a los medios en Madrid y Barcelona; y en las próximas semanas lo presentaremos en más lugares de España.
¿Puede comentarnos algunas de las conclusiones de este ‘I Estudio de la Función de Responsabilidad Social en la Empresa Española’?
Tiene dos partes muy interesantes. Una primera que se refiere a la historia de los dirse en España. Casi dos tercios son hombres, más de un tercio, mujeres; se relacionan con otras áreas, dedican tiempo al engagement interno y externo, y han empezado haciendo acción social, políticas de medio ambiente y políticas con personas y, al tiempo que la empresa fluía y crecía, ellos también han fluido y crecido hasta llegar a la actualidad, cuando ya hacen planes estratégicos, medición del retorno, etc.
Además, son gente que está muy motivada. Que cree que aporta valor a la sociedad, que disfruta con las capacidades de gestión que tiene, con un alto compromiso con la dirección. Los dirse creen que se les escucha cuando hacen algún tipo de observación respecto a Responsabilidad Social, pero saben también que hay barreras, ya que todavía hay muchos grupos de no creyentes que ven que la RS como una herramienta de Marketing o de atrezo sin pensar que la Responsabilidad Social lo que es en el fondo es una forma de gestionar la empresa, una herramienta de gestión extraordinariamente importante si queremos que las empresas sean de otra forma, se fundamenten en valores y creen valor.
Almagro señala que la RSS impulsa la Responsabilidad Social en un sector con una función social clave.
Según recoge el estudio, el de responsable de RSE en la empresa es un puesto muy joven. ¿Es necesario definir el papel de estos profesionales o está lo suficientemente determinado?
Debemos definir exactamente las funciones y por dónde tienen que derivar en un futuro. Es un puesto de gran relevancia y con posibilidades de influencia transversal. Los dirse dependen del primer ejecutivo, o casi, y tienen un trabajo que se relaciona con todos los departamentos. Tratan de conseguir compromisos y colaboraciones con otras áreas, lo que hace que las empresas obtengan sus objetivos de otra manera.
Está claro que las empresas que realizan políticas de RSE triunfan antes que las que no lo hacen, sobre todo porque son conscientes de que las políticas de Responsabilidad Social son a largo plazo, no son carreras de 100 metros, es un maratón que no se agota nunca. La forma en la que deberíamos ser capaces de gestionar las empresas tiene mucho que ver con esto. Tiene que ver con la motivación, con una forma distinta de hacer las cosas, el cumplimiento estricto de la legalidad, legitimándonos a través del diálogo y del compromiso.
En este mismo estudio se señala que más de la mitad de las empresas españolas no tiene un presupuesto asignado a la Responsabilidad Social. ¿Falta definición también en cuanto a la Responsabilidad Social en sí misma? Es decir, ¿es necesario darle más peso o delimitarla mejor para que no se considere Marketing, como comenta?
La pregunta se podría hacer de otra forma: ¿Cuánto cuesta la RS? Y se puede reformular diciendo que la Responsabilidad Social no cuesta, lo que cuesta es la irresponsabilidad social. Cuando una empresa o institución no es responsable socialmente tendrá que pagar una alta cuota en forma de reputación o desprestigio. Al final, el presupuesto de la RS es todo si hacemos las cosas bien y no es nada si no hacemos nada. Por eso es tan importante que esto lo entendamos como una herramienta de gestión que debe estar en el ADN de la empresa, que tiene que caer como lluvia fina desde los máximos responsables al conjunto de la organización y ha de ser capaz de hacer diferente a la empresa.
Respecto al riesgo reputacional de no ser socialmente responsable, no es el mismo riesgo para entidades que operan en distintos sectores. ¿Es, por tanto, la Responsabilidad Social distinta en función del sector del que estemos hablando? E, incluso, ¿pueden identificarse sectores más socialmente responsables?
Aquellos sectores que tienen una función social más acusada deberían insistir más en implantar políticas de RS. Al mismo tiempo, a mí me gusta decir que cuando hablamos de Responsabilidad Social no tendríamos que copiar, en la RS hay que creer y cada institución, empresa y sector tienen que ser capaces de definir cuáles son sus grupos de interés y dedicarse a esas partes interesadas con ahínco.
El experto destaca cómo algunos sectores tienen que insistir más en la Responsabilidad Social.
En los últimos años han surgido iniciativas que señalan una especialización de la RS como la Responsabilidad Social Universitaria (RSU) y de la Responsabilidad Social Sociosanitaria (RSS). ¿Qué opinión le merecen estás nuevas denominaciones?
El concepto debe ser siempre Responsabilidad Social porque nos sirve para empresas, organizaciones y ciudadanos. Al final estamos buscando el concepto de ciudadanía responsable: la persona, hombre y mujer responsable. Pero, desde esa perspectiva, está claro que todo lo que sea poner en el foco la RS de cualquier sector es ayudar a su desarrollo. Es verdad que hay un movimiento por la RSU y es verdad que ahora también se inicia un movimiento por la RSS que a mí, en principio, me parece bien porque de lo que trata es de difundir los valores de la Responsabilidad Social y la aplicación de buenas prácticas en un sector tan importante, con una función social tan señalada y tan sensible como es el sociosanitario. Así que bienvenida la Responsabilidad Social con el apellido de sociosanitario.
Estas iniciativas, unidas a la inminente Estrategia Nacional de RSE anunciada por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, ¿son señales de que comienza una nueva etapa para la Responsabilidad Social?
Estamos renaciendo. Es verdad que hemos pasado una etapa en la que a RS seguramente no estaba entre las principales preocupaciones de empresas e instituciones, pero en este momento estamos renaciendo por diferentes razones, entre otras la propia existencia de Dirse, la realización de este estudio o los propios movimientos que supone la Responsabilidad Social Sociosanitaria y lo que se espera de la Comisión Europea en unos días. El día 16 se votará en el Parlamento Europeo la directiva de informe no financiero para empresas de más de 500 empleados y es un tema extraordinariamente importante como lo es que la Estrategia Española de Responsabilidad Social, que se publicará en las próximas semanas, definitivamente se ponga en marcha y empiece a funcionar, o funcione de nuevo, y esperemos que a velocidad de crucero. Tambiés es muy importante el Cerse, que es una experiencia única en el mundo de la que deberíamos estar orgullosos, pero que debemos procurar que funcione, que funcione bien y que lo haga todos los días. Que no se anquilose.
¿Qué podemos esperar de esta estrategia? ¿Cómo cambiará las cosas?
Podemos esperar fundamentalmente el fomento de la Responsabilidad Social. Obviamente no hablaré de brotes de ningún color, pero parece claro que la crisis también ha puesto de relieve que en estos momento es bueno apostar por políticas de RS porque pone de manifiesto que las empresas que lo hacen son capaces de conquistar el futuro con más rapidez, más éxito y mejores augurios que las que no lo hacen.
Es paradójico porque la crisis ha puesto de manifiesto la importancia de la RS, pero también la ha relegado.
La crisis en una primera etapa la relegó y, en una segunda, ha puesto de relieve que es necesaria y seguirá siéndolo. Actuar de otra manera, fundamentalmente a través del compromiso, es definitorio.
Para finalizar, ¿cuáles son los valores que deben fomentarse desde la Administración para fomentar la Responsabilidad Social?
Cuando hablamos de RS lo primero que hay que decir, y decirlo claramente, es que no podemos hablar de responsabilidad sin hablar de cumplimiento de la ley y cuantas obligaciones se derivan de la misma, es condición sine qua non para que después podamos hablar de Responsabilidad Social. Pero, cumplido este requisito, es extraordinariamente importante fomentar la transparencia, fomentar el compromiso y el comportamiento ético y, sobre todo, fomentar el diálogo. Si hay algo que caracteriza a la RS es la necesidad de hablar, de dialogar y de sacar conclusiones con todos los grupos de interés que rodean a una empresa o institución. El dialogo al final tiene que buscar la verdad y la verdad es posible cuando las personas, sin dejar de ser lo que son buscan la verdad, como decía Albert Camus. Y a eso deberíamos ponernos, cada día y en cualquier momento, si queremos hacer entre todos un mundo mejor.
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