Incidir en la molécula daría pie a nuevos antipsicóticos

Los niveles de un micro-ARN producen las 'voces' de la esquizofrenia
Un tipo de micro-ARN, el miR-338-3p, está disminuido en pacientes con esquizofrenia.


28 nov. 2016 17:20H
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POR REDACCIÓN
Los biólogos moleculares han dado con un ácido ribonucleico (ARN) más pequeño de lo habitual (micro-ARN) involucrado en el circuito de la información auditiva del cerebro, cuya disfunción da pie a las alucinaciones propias de la esquizofrenia. De ahí que se revelen como una posible diana de nuevos fármacos antipsicóticos.

Científicos del Hospital de Investigación St. Jude Children's, en Memphis (Tennessee, Estados Unidos) han identificado este micro-ARN, que se describe en un artículo publicado este lunes en Nature Medicine.

“En 2014, identificamos el circuito específico en el cerebro al que se dirigen los fármacos antipsicóticos”, ha señalado Stanislav Zakharenko, miembro del Departamento de Neurobiología del Desarrollo de St. Jude. “En este estudio, identificamos que el micro-ARN es un jugador clave en la interrupción de ese circuito y demostramos que era necesaria su diminución y resultaba suficiente para inhibir el funcionamiento normal del circuito en los modelos de ratón”, ha precisado.

“Existen más de 2.000 microARN cuya función consiste en silenciar la expresión de genes particulares y regular el suministro de las proteínas correspondientes. En un modelo de ratón del síndrome de deleción 22q11, los investigadores identificaron miR-338-3p como el micro-ARN que regula la producción de la proteína D2 del receptor de dopamina (Drd2), la diana principal de los antipsicóticos”, ha matizado.

Las personas con el síndrome de deleción corren el riesgo de padecer problemas de conducta cuando son niños y, entre el 23 y el 43 por ciento, desarrolla esquizofrenia, un trastorno crónico severo que afecta al pensamiento, la memoria y el comportamiento.

Restaurar los niveles normales de la molécula

La reposición de los niveles del microARN en el tálamo auditivo de ratones con mutaciones redujo la proteína Drd2 y restauró el funcionamiento normal del circuito, lo que sugiere que el microARN podría ser la base para una nueva clase de fármacos antipsicóticos que actúen de una manera más específica con menos efectos secundarios. Los fármacos antipsicóticos, que se dirigen a Drd2, también restauraron la función del circuito.

Los hallazgos proporcionan una visión de la demora relacionada con la edad en el inicio de los síntomas de la esquizofrenia. Los investigadores del Hospital de Investigación St. Jude observaron, en concreto, que los niveles de microARN cayeron con la edad en todos los roedores, pero que los animales con mutaciones comenzaron con niveles más bajos de miR-338-3p.

“Puede ser necesario un nivel mínimo del micro-ARN para evitar la producción excesiva de Drd2 que interrumpa el circuito –ha argumentado Zakharenko–. Aunque los niveles de miR-338-3p disminuyen a medida que los ratones normales envejecen, los niveles pueden permanecer por encima del umbral necesario para prevenir la sobreexpresión de la proteína, mientras que el síndrome de deleción puede dejar a los ratones en riesgo de caer por debajo de ese umbral”, ha concluido.

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