Raquel Barba, jefa médica del hospital madrileño Rey Juan Carlos, reflexiona sobre la situación de la Medicina Interna

"Atención Primaria se acuerda muy poco de los internistas"
La internista Raquel Barba durante su asistencia al Congreso Nacional de Medicina Interna.


24 nov. 2016 12:30H
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POR JUANMA FERNÁNDEZ
Raquel Barba es especialista en Medicina Interna en el Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid, donde se desempeña como jefa de área médica, y ponente en el XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) celebrado en Zaragoza. Por su experiencia, reconoce que “el perfil de paciente es una persona mayor que ingresa porque está mala y acumula dos, tres y hasta ocho enfermedades”. Situación que para los facultativos se ha traducido en que se realiza “un trabajo más complejo que requiere más tiempo con el paciente”.

Esta especialista señala que su disciplina médica “trata de abordar al paciente de forma conjunta”, un hecho que les diferencia del resto de especialistas, que “se pueden ver superados por tantas patologías”. “Hay que reconocer que el paciente de Interna es obvio, se ve que debe ser destinado a nuestro servicio”, asevera. Una claridad en el destino que tiene mucho que ver con que la relación entre profesionales de distintos servicios “no es de competencia”. “No sé si en algún hospital puede haber malos entendidos entre médicos pero yo eso no lo he visto ni creo que sea la tónica general”, admite a Redacción Médica.

En los límites entre la Interna y el resto de especialidades a las que les pueda afectar por las patologías del paciente, Barba asume que “el manejo del enfermo lo debe hacer el internista porque es quien tiene las mejores aptitudes para hacer el manejo global”. Pero, ¿cómo es el trabajo con la Atención Primaria? “Deberia ser mejor”, reconoce. “Tenemos competencias con muchos puntos en común pero es verdad que los médicos de AP se acuerdan bastante poco de nosotros”, admite. ¿Y ustedes de los de AP? “Pues quizá también debería acordarnos más de ellos”, explica. Si bien añade que la situación “ha mejorado mucho en los últimos años”. Es, por tanto, “el momento de la transición entre la consulta y la derivación al hopital” en lo que ambos campos deben seguir trabajando.

La formación, uno de los pilares de cualquier especialidad médica que se precie, también está siendo muy cuidada desde el ámbito internista. Aun así, a juicio de Barba el perfil de médico que quiera formarse en este campo debe tener unas máximas para que le lleve a buen puerto: “Que le gusten los retos, también estudiar, que asuma que se dedicará a atender a pacientes mayores y que le guste el trabajo en equipo porque, efectivamente, se colabora mucho con otros especialistas”. Situación, sobre todo la del perfil de paciente en edad avanzada, que no resta satisfacciones profesionales: “No siempre podemos curar pero sí podemos ayudar a mejorar la calidad de vida de estas personas, y eso es igual de gratificante”, sentencia. 
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