Pese a que estas unidades son coste-efectivas, solamente el 40% de los hospitales españoles cuenta con una consulta de asma de difícil control.



6 jun. 2015 13:26H
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Redacción. Las Meloneras (Las Palmas de Gran Canaria)
El asma es una enfermedad respiratoria crónica que afecta aproximadamente a dos millones y medio de españoles, lo que equivale aproximadamente al 5% de la población. España destina un 2% de los recursos sanitarios al asma, es decir, 1.480 millones de euros. El 50% de este gasto económico corresponde a las consecuencias del mal control del asma grave. A pesar de los avances terapéuticos y de la implementación de guías de práctica clínica, un 3,9% de los pacientes asmáticos están mal controlados y presentan una forma grave de la enfermedad.

“En España, un 68% de los servicios de neumología atienden regularmente a pacientes asmáticos graves, pero sólo un 40% de los hospitales dispone de una consulta de asma de control difícil”, explica el Dr. Alejandro Pérez de Llano, neumólogo y miembro de Separ (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica). El coste de un paciente grave de asma supone unos 2.635€ anuales. “Este dato es el pretexto perfecto para reforzar todas las acciones necesarias que permitan extender el interés y la formación de los neumólogos en la atención del asma grave. Es muy importante tener presente que la implementación de Unidades Monográficas de Asma mejora la situación clínica de los pacientes, aumentan la adherencia al tratamiento y previenen las exacerbaciones de una forma coste-efectiva”, añade.

El Dr. Luis Alejando Pérez de Llano ha dirigido el curso “Farmaeconomía en asma” que ha tenido lugar en el marco del 48º Congreso Nacional de Separ que se celebra estos días en Gran Canaria.

Dada la carga económica que supone el asma para los pacientes y sus familias y para la sociedad en general, es muy apropiado que los profesionales que atienden a los pacientes asmáticos aumenten sus conocimientos en el terreno de la Farmaeconomía. “El curso tiene el objetivo de dotar de los conocimientos teóricos y herramientas prácticas necesarias para poder llevar a cabo estudios de coste-efectividad en la atención de pacientes asmáticos que permitan mejorar la gestión de las unidades de asma grave. Además, pretendemos exponer el impacto económico real de la enfermedad asmática en España y valorar la coste-efectividad de los fármacos biológicos, que tienen un alto impacto económico, en esta enfermedad respiratoria”, explica el Dr. Pérez de Llano.

La adecuada organización de estas unidades permite la coordinación multidisciplinar de las diferentes especialidades implicadas en el abordaje de la enfermedad (alergología, otorrinolaringología, digestivo, endocrinología, psiquiatría, etc.). “Las consultas especializadas en asma ofrecen a cada paciente la posibilidad de ser dirigido al nivel asistencial más adecuado para su tratamiento, ya sea a atención primaria o especializada”, asegura el Dr. Pérez de Llano. “El rol de la enfermería también resulta fundamental ya que juega un papel muy importante en la realización de las pruebas funcionales necesarias y en las labores de educación del paciente asmático”, añade.

El asma en las Islas Canarias

En los últimos 30 años, numerosos estudios sugieren un incremento de la prevalencia del asma tanto en la población infantil y como adulta. El proyecto European Community Respiratory Health Survey (Ecrhs) y el International Study of Asthma  and Allergy in Childhood (Isaac), son dos amplios estudios que abordan la prevalencia del asma (en adulto y niños, respectivamente, en numerosos lugares de los cinco continentes). Estos estudios resaltan la considerable variabilidad de la prevalencia según las diferentes regiones del mundo.

En este sentido, se observa que la prevalencia de los síntomas relacionados con el asma es significativamente superior en las Islas Canarias que en el resto del territorio español. “La prevalencia del asma, su sintomatología, la hiperactividad bronquial y la sensibilidad a los ácaros de los jóvenes adultos que viven en las Islas Canarias es la más alta registrada en España y figura entre las más altas a nivel mundial”, explica el Dr. Gabriel Julià, neumólogo del Hospital Universitario Doctor Negrín y miembro de Separ.

El clima en las Canarias es notablemente diferente del resto de España, ya que es un clima subtropical con temperaturas suaves que permanecen estables durante todo el año. La humedad presente en el ambiente es alta, factor meteorológico que propicia la aparición el desarrollo de ácaros. “La diferencia de las Islas Canarias con el resto del territorio español se encuentra principalmente en que los niveles de humedad absoluta se mantienen estables durante todo el año. Esto supone que la población de ácaros, alérgeno destacable en el desarrollo de asma, es elevada y constante”, asegura Dr. Julià. A lo que añade, “la prevalencia de los síntomas relacionados con el asma en Canarias es una de las más altas de Europa y muy similar a la de otras islas, como Nueva Zelanda, Reino Unido o Irlanda, a pesar de las diferencias de temperatura”.

Los niveles de sensibilidad a los ácaros observada en las Islas Canarias son del 21,7%, mientras que en el resto España se sitúan entre el 4,8% y el 17,5%. Asimismo, el índice de hiperactividad bronquial es uno de los más altos de Europa y coincide con la alta prevalencia de síntomas relacionados con el asma y la elevada sensibilidad a los ácaros.

“En el caso del asma en las Islas Canarias es necesario seguir investigando para poder determinar la existencia de otros factores que expliquen la elevada prevalencia de esta enfermedad crónica. Por el momento, las condiciones meteorológicas se postulan como la causa principal de tal fenómeno”, concluye el Dr. Julià.
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