La Agencia Tributaria pide estas anotaciones para comprobar que si las actividades que declaran corresponden con las realizadas y no existe evasión fiscal



29 mar. 2015 18:02H
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Cristina Alcalá. Madrid
Los sanitarios que trabajan para el sector privado están bajo la lupa del Ministerio de Hacienda. La Agencia Tributaria lleva varios años requiriendo a estos profesionales de varias comunidades autónomas la documentación necesaria sobre las intervenciones quirúrgicas que realizan en las clínicas privadas, para averiguar si la actividad que declaran se corresponde con la real o si cabe la posibilidad de que existan casos de evasión fiscal, tal y como confirma a Redacción Médica José María Nieto, vocal de Medicina Privada de la Organización Médica Colegial (OMC).  

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda.

En concreto, el departamento que dirige Cristóbal Montoro estaría pidiendo la información que contienen los libros de quirófano de estos centros (donde aparece el nombre del paciente, la fecha de la intervención, el del facultativo que le ha atendido y el tipo de operación) para comprobar que se corresponde con la presentada ante el fisco.

Práctica habitual de Hacienda

“Esta es una función corriente del Ministerio de Hacienda”, explica a este periódico Gabriel Montiel, abogado de la Oficina Jurídica Sociosanitaria (OJS). El problema radica en que parte de esta información, esencialmente la ligada con el carácter más privado, está sujeta a la Ley de Protección de Datos, una férrea normativa que impide publicitar el contenido que afecten a los pacientes, por lo que, en el caso en el Ministerio de Hacienda quisiera acceder a la totalidad de ella, lo tendría que hacer bajo autorización judicial y tomar las medidas de seguridad necesarias para asegurarse de que esos datos no transciendan a la opinión pública.

“Si no solicita datos personales del paciente, no necesita una orden judicial para pedir estos libros de quirófano”. A la Agencia Tributaria le valdría con conocer el número de intervenciones, su tipología, así como el coste de cada una de ella para comprobar si ha habido evasión fiscal en estas operaciones, aclara Montiel.

Sin registros oficiales de casos investigados

A pesar de que ésta es una práctica habitual que Hacienda lleva aplicando desde hace años en más de una autonomía (y no solo en Andalucía, la última de la que se ha conocido la situación), la OMC no puede actuar en este tipo de situaciones, según explica Nieto, ya que a la organización ha llegado el asunto en forma de “rumor” y no como “denuncia” de los profesionales. “Para que la OMC actúe, el sanitario tiene que denunciar primero, pero no lo hace y no sabemos por qué. Podría hacer llegar la situación a los colegios profesionales para tomar medidas”.

En este sentido, tampoco cuentan con registros oficiales para conocer cuántos trabajadores estarían bajo el punto de mira de Hacienda, aunque intuye que los esfuerzos se concentran, en buena parte, en los profesionales que se dedican a la medicina estética, aunque Nieto no sabría concretar en un número oficial.

Montiel, por su parte, lo tiene claro. Si el médico, principalmente el que se dedica a la cirugía estética, no denuncia es porque este colectivo “no está aún bien visto por la ciudadanía y no encuentran su solidaridad”. Asimismo, tampoco le interesaría que “su nombre saliera a la luz”, ya haya cometido evasión fiscal o no, ya que le conllevaría consecuencias económicas y de prestigio negativas, según el letrado de la OJS.

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