El desempleo y la precariedad laboral son dos de los grandes enemigos a los que se enfrenta el sanitario cuando sale de su periodo de formación



6 mar. 2016 10:28H
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Cristina Alcalá. Madrid
El desempleo y la precariedad laboral son dos de los grandes enemigos a los que se enfrenta el profesional sanitario, especialmente si acaba de salir de su periodo de formación y se encamina de lleno al mercado laboral. Sin embargo, no afecta por igual a todas las especialidades médicas, sino que ‘se ceba’ más en unas que en otras, dependiendo de la concentración de facultativos que tenga una u otra.

Antonio Cabrera (CCOO), Berenguer Camps (COMB) y Juan José Rodríguez Sendín (OMC).

Un reciente informe publicado por el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) alerta de que nueve de cada diez nuevos especialistas trabajan en condiciones muy precarias en Cataluña, es decir, que tienen contratos por horas, por días o solo para cubrir guardias de fin de semana.

De hecho, el perfil más afectado por esta situación suele ser el de la mujer, con edad comprendida entre los 30 a los 33 años, y con cargas familiares, bien sea por los hijos o por padres mayores. El profesional extracomunitario (es decir, el que procede de un país de fuera de la Unión Europea pero que ha hecho su residencia en España) también lo tiene complicado para encontrar trabajo en el país, por no decir “imposible”, indica a Redacción Médica Berenguer Camps, director del Servicio de Ocupación y del Gabinete de Estudios en el COMB.

Asimismo, una parte importante de los trabajadores con más de 55 años de edad (casi el 20 por ciento del total) solo han ido saltando de unos contratos temporales a otros, por lo que es difícil que conozcan la estabilidad laboral antes de llegar a la jubilación, según indica un estudio sobre el tema publicado por la Organización Médica Colegial (OMC).

4.000 médicos de Familia, en paro o con contratos precarios

Aunque la precariedad parece una condición extendida en gran parte de los nuevos facultativos especialistas, es cierto que esta circunstancia no se produce en todas las áreas médicas por igual. Varias fuentes consultadas por este medio acuerdan en señalar que Medicina de Familia y Medicina Interna son dos de las especialidades que se llevan la palma en este sentido. Ambas son las que más plazas ofertan del MIR (1.690 y 300 en la última convocatoria de 2015, respectivamente), lo que implica que no todos los facultativos terminan encontrando un puesto de trabajo una vez acaban su formación sanitaria especializada.

“En España hay 4.000 médicos de Familia en paro o con contratos muy precarios”, explica a este diario Antonio Cabrera, responsable de Sanidad de CCOO. Una situación que se da de manera uniforme por todas las comunidades autónomas, indica. Pero, ¿por qué más en AP que en otras áreas? Porque los especialistas en Primaria suelen acudir a por un puesto, principalmente, a la sanidad pública y este sistema ha visto recortado sus presupuestos y sus plantillas durante los años de crisis, indica Camps.

Una situación de la que también se han hecho eco las sociedades de Atención Primaria y la propia OMC. Ambas instituciones llevan años peleando porque la situación de este facultativo cambie ya que, durante la crisis, ha visto cómo su sueldo se reduce un 20 por ciento y la presión asistencial en la consulta ha aumentado el doble, según la encuesta de Médicos de Atención Primaria 2015 a más de 4.000 profesionales.

Este estudio desvela que más de la mitad de los consultados tenían más de 1.500 tarjetas a atender, lo que supone una frecuencia de más de 5 visitas por habitante al año y entre 40 a 50 consultas diarias en algunas situaciones. Pero no solo eso. Esta encuesta también informa de que, en situaciones normales de servicio, las plantillas de Atención Primaria no están completas durante toda la semana, sino que solo integra al 66 por ciento de los profesionales.

Especialidades donde menos

En Medicina también hay especialidades que se libran del desempleo y la precariedad laboral y esas son Neurocirugía, Radiología, Anestesia o Pediatría, explica a este medio Cabrera. Pero también otras como Dermatología, Oftalmología u Otorrinolaringología, añade Berenguer Camps.

Estas áreas se salvan de esa situación, no porque sus condiciones de empleabilidad sean mejores que las del resto, sino ante el escaso número de facultativos en sus plantillas, indica. Asimismo, estos especialistas pueden compatibilizar su trabajo en la sanidad pública con la privada, aunque eso no siempre conlleve mejores condiciones laborales.

¿Cómo afecta a la asistencia?

Indudablemente, esta situación laboral afecta a la relación que mantiene el médico con el paciente. Todos los expertos consultados por este diario acuerdan en señalar que unas condiciones de trabajo desfavorables provoca una merma de la gestión del tiempo en consulta (que, por lo general, suele ser menor al haber menos efectivos), las listas de espera (que aumentan como consecuencia de lo anterior) y, en definitiva, de la atención al paciente. Y todo ello con un facultativo que, por lo general, desarrolla el síndrome de ‘burn out’, es decir, que estaría ‘quemado’ por su trabajo al acumular fatiga y estrés constante.

ENLACES RELACIONADOS:

La receta de la OMC contra el empleo precario (28/10/15)
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