El estudio 'Efectos de la alimentación con restricciones en el tiempo sobre la pérdida de peso', publicado en
JAMA Internal Medicine el 8 de agosto, comparó los resultados de
una dieta sin ingesta calórica desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde con los de una dieta sin restricciones.
Las conclusiones que se desprende de esta investigación son que no se mostraron cambios significativos ni en el
peso corporal ni en los marcadores metabólicos de los pacientes analizados. Con ello documentan que que esa 'magia' para
perder peso que se anuncia con la práctica del ayuno intermitende, en realidad no es tan efectiva como se piensa.
Antelm Pujol, médico de Endocronología y Nutrición ha hecho referencia a este estudio en sus redes sociales explicando que la
pérdida de peso popularmente asociada al ayuno intermitente no es por su "magia", sino que responde a otras cuestiones. En su mensaje explica que la perdida de peso no tiene tanto que ver con el número de horas que se pase en ayuno, sino con el total de
calorías adquiridas. "Si el ayuno intermitente te ayuda a adherirte al déficit calórico, será una buena opción", asegura.
"Ingerir la mayoría de calorías durante las horas de sol, está demostrado que tiene un impacto positivo para la salud, hagamos o no
ayuno intermitente", explica este endocrino.
Sin aval científico
Pese a todo, los investigadores señalan la falta de
ensayos clínicos aleatorios que demuestren la eficacia y seguridad de las restricciones periódicas en la alimentación.
El dietista y nutriocionista Julio Basulto, es uno de los facultativos que ha hecho clara referencia a la falta de pruebas "fiables en muestras representativas de humanos, sobre la supuesta eficacia del ayuno para
ninguna condición médica". En su opinión, esta propuesta supone un "coste de oportunidad", ya que " el tiempo y el esfuerzo dedicados a implementarla se restan al que se podría haber invertido en subir el volumen de un buen estilo de vida".
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