El gasto en sanidad respecto al PIB en España cae, según la OCDE

A pesar de que la proporción del Producto Interior Bruto (PIB) que España dedica a la sanidad pública y privada se redujo en 2016, nuestro país se mantiene en la clase media de los estados pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
 
Así lo indican datos de este órgano internacional, que precisan que España ocupa en el ranking de los países miembro de la OCDE el puesto 17 en lo que se refiere a inversión en sanidad, justo por debajo de Nueva Zelanda y por encima de Portugal.
 
Esto es gracias a que España dedica a salud un 9 por ciento del PIB, un porcentaje que, sin embargo, es inferior a los alcanzados en los años inmediatamente anteriores de 2014 y 2015, rompiendo una racha de dos años consecutivos de crecimiento de este indicador.

Tasa más baja
 
De hecho, con esta reducción la inversión en sanidad vuelve a la tasa más baja alcanzada en los años de la crisis, puesto que ya estuvo en el 9 por ciento del PIB en 2009, en 2010 y en 2013.

Y no hay visos de que el gasto en sanidad, al menos por parte de las Administraciones Publicas, se vaya a recuperar. La última actualización del Programa de Estabilidad 2017-2020 que el Gobierno ha enviado a Bruselas recoge que para 2020 el porcentaje de PIB que se destinará a sanidad será del 5,57 por ciento.

De esta manera, se continúa así con la senda descendente que comenzó en 2011, cuando el porcentaje destinado era del 6,47 por ciento. Es decir, en 9 años se habrá perdido casi un punto de la parte del PIB que se destina a la sanidad pública. 
 
Gasto por ciudadano
 
Por otro lado, España se sitúa en la media de la Unión Europea en gasto sanitario por ciudadano,  según la OCDE. Concretamente, este indicador está en los 2.154 euros, justo por encima de Eslovenia y por debajo de Italia, donde la inversión en sanidad por persona está en los 2.464 euros.