Rechazo generalizado a la jubilación activa del médico hasta los 72 años

¿Dónde está el límite de la jubilación médica? La propuesta de prolongar la actividad laboral de los médicos más allá de los 65 años realizada por parte del Gobierno con su plan de jubilación activa no ha sido bien recibida por el sector sanitario. En una encuesta realizada a través de las redes sociales de Redacción Médica, la opinión general se ha mostrado en contra de esta iniciativa puesto que consideran que con esa edad los facultativos se han ganado el descanso, además de considerar que las capacidades físicas flaquean y pueden ser un impedimento para el ejercicio de la labor asistencial.

En esta consulta, el 65 por ciento de los participantes se ha mostrado claramente a favor, con más de 1.000 votos, de que la edad de jubilación se produzca antes de los 65 años.

Sin embargo, otros creen que es una buena opción ofrecer la posibilidad de alargar voluntariamente la actividad laboral más allá de la edad propia para el cese. Así, más de 500 personas (un 30 por ciento) han votado en esta encuesta a favor de que los médicos de Atención Primaria puedan prolongar su vida laboral entre los 65 y los 72 años.

A su vez, muy pocos (solo un 5 por ciento) creen que sea una buena opción ofrecer la posibilidad de continuar trabajando a los facultativos que superen los 72 años.

El criterio de un médico de 65 años

En sus respuestas, los encuestados han justificado su decisión al indicar que no confiarían en el criterio médico de un facultativo mayor de 65 años en función del ejercicio clínico que realice. "Considero que habría que pasar un test de aptitud", expone un médico. En este mismo sentido, otro de los participantes afirma que para que un especialista prolongue su actividad laboral, "debería ser valorado por un tribunal".

La mayoría de las respuestas señalan que uno de los condicionantes para aceptar o no que un médico trabaje en Atención Primaria más allá de los 65 años debería ser requisito imprescindible su modernización. "Si sigue actualizando conocimientos, no veo diferencia con otro de edad inferior", expone una facultativa. Sin embargo, otros de los encuestados creen que esto, que debería ser habitual a lo largo de toda la trayectoria de un especialista, no sucede y que, por tanto, "probablemente estén desactualizados". Apuntan, además, que "por mucha experiencia que se tenga siempre se termina cayendo en terapias obsoletas".

Por otro lado, son muchos los que hacen referencia a las capacidades físicas que se van perdiendo con la edad. "Se pierden facultades y habilidades y trabajamos con la salud y la vida de los pacientes", exponen. Por ello creen que alargar la vida laboral en los centros sanitarios debería "depender del estado psicológico y, sobre todo, del cansancio" de cada facultativo. En consecuencia, estos médicos más experimentados en la asistencia clínica serían, según apunta un encuestado, útiles como "consultor no como responsable del paciente".

Jubilación: momento de hacerse a un lado

La misma percepción tienen los médicos que ya se encuentran en la etapa de jubilación. Julián Ezquerra, jubilado a principios de 2022, declaró a este periódico que es preciso hacerse a un lado y dejar paso a las nuevas generaciones. Opinión contraria a la que señalaba José Ramón Repullo, jubilado en septiembre de 2022, que apuntó que "el grupo de médicos con edades comprendidas entre los 60 y los 70 años tiene mucho que aportar en los centros de salud, poniendo su juicio clínico al servicio de la nueva generación de médicos".

Ambos coincidían al afirmar, en declaraciones a este periódico, que "estar al pie del cañón en las consultas, con más de 40 personas esperando para verte, cansa y requiere un esfuerzo corporal que con la edad se va perdiendo".

Así, la propuesta del Gobierno de poner en marcha la jubilación activa para tratar de aplacar la falta la de profesionales en Atención Primaria no ha terminado de calar entre los facultativos. Los médicos de familia creen que la medida de la jubilación activa no es más que "un parche" que no pone solución al verdadero problema del déficit de sanitarios al que se enfrenta el Sistema Nacional de Salud (SNS). Alargar la edad de jubilación más allá de los 65 años no es una opción que se vea razonable en el sector.