La Enfermería sevillana presume de su primera catedrática: "Hemos llegado"

La enfermera, doctora en Ciencias Biológicas y especialista en Epidemiología e Investigación Clínica, Ana María Porcel Gálvez, se convirtió el pasado 9 de junio en la primera profesional de Enfermería que alcanza la cátedra en la Universidad de Sevilla (US).

“La verdad que es un motivo de alegría y también un motivo de responsabilidad, un logro conseguido para la profesión”, resume al comienzo de una conversación con Redacción Médica en la que desgrana el proyecto investigador que la ha llevado hasta la cima académica y los desafíos que aún afrontan las enfemeras.

Una herramienta para "clasificar" al paciente

Porcel inició su trayectoria asistencial en la Unidad de Urgencias y Cuidados Críticos del Hospital Alto Guadalquivir, un centro cuya organización por niveles de cuidados, y no por especialidades, marcó su mirada científica. “De alguna manera teníamos que hacer más objetivable el procedimiento y de ahí surge el trabajo: el hacer una herramienta que mire al paciente”, explica. Aquella necesidad cristalizó en INICIARE, el Inventario de Necesidades de Cuidado Basado en Resultados de Enfermería, creado durante su doctorado en 2011.

“INICIARE es el inventario de necesidades de cuidado basado en resultados de enfermería”, detalla la investigadora. Lejos de centrarse en tareas, el instrumento clasifica al paciente según cinco niveles que combinan dimensiones físicas, instrumentales y psicosociales. “Es una herramienta que sirve para valorar y clasificar al paciente” y, con ello, estimar los recursos de Enfermería que precisa cada unidad.

Validado en hospitales andaluces de primer, segundo y tercer nivel, y exportado a países como Brasil, el sistema acumula “una muestra de unos 30.000 pacientes donde ya estamos viendo la estabilidad del instrumento”. Su potencial, apunta Porcel, reside en integrarse en cuadros de mando que ayuden a los gestores a ajustar las ratios enfermera-paciente “dependiendo de esa necesidad de cuidados que tienen los pacientes”.

“Hemos llegado y mi Cátedra demuestra que estamos ahí”

La primera catedrática enfermera de la Universidad de Sevilla abre así un camino que, admite, ha sido largo: “Hemos llegado y mi cátedra demuestra que estamos ahí”, reflexiona también sobre la presencia de la mujer enfermera en estas cotas de excelencia universitaria. El próximo paso, es que los servicios de salud recojan el testigo para que la excelencia científica de las enfermeras se traduzca en mejores cuidados y en un reconocimiento profesional a la altura de su formación.

Una Cátedra avalada por evidencia y financiación

El trabajo tras INICIARE se ha financiado con tres proyectos consecutivos de la Consejería de Salud y un proyecto europeo, lo que ha consolidado a Porcel como investigadora principal y coordinadora del grupo Cuidados Complejos, Cronicidad y Resultados en Salud. Ese itinerario científico desembocó en la acreditación nacional de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Cátedra universitaria. “Para tener una cátedra de investigación no hace falta ser catedrático, es un proyecto de transferencia; otra cosa es ser catedrático de universidad”, aclara.

Con más de cien publicaciones, cinco proyectos como investigadora principal y la dirección de 14 tesis doctorales, Porcel asume su nueva responsabilidad académica convencida de que la investigación seguirá siendo la palanca que impulse la práctica basada en la evidencia. Mientras espera financiación para integrar INICIARE en un cuadro de mando que relacione complejidad, staff outcomes y eventos adversos, insiste en que “optimizar recursos es un tema económico que necesitamos en los sistemas”.

INVESCARE, vínculo entre academia y asistencia

INVESCARE, es la Cátedra de Investigación en Cuidados y Resultados en Salud que dirige desde 2023. “Pretendemos trabajar para que las enfermeras del Hospital Virgen de las Nieves mejoren, se refuercen y adquieran mayores competencias en investigación”, señala. La iniciativa articula nueve programas y cinco líneas estratégicas que abarcan desde la monotorización de enfermeras residentes (EIR) hasta la captación de talento sénior, con tutorías individualizadas y asesoría científica para que los proyectos de fin de especialidad se transformen en tesis doctorales y publicaciones de impacto.

Aunque la administración “vio la potencialidad de la herramienta” desde el primer momento, Porcel reconoce “una gran brecha entre la investigación y la traslación de estos resultados a la práctica”. Integrar INICIARE y otras innovaciones en el día a día hospitalario exige, a su juicio, dotaciones flexibles que tengan en cuenta la complejidad real de los pacientes y no solo el número de camas.

El reto del reconocimiento profesional

Preguntada por los retos de la profesión, la nueva catedrática es contundente: “En la universidad llegamos al mismo nivel, somos catedráticos y eso se reconoce. Yo creo que en el sistema sanitario todavía falta ese reconocimiento a multitud de enfermeras que hay doctoras y que siguen desempeñando un trabajo igual”. Entre los obstáculos cita la falta de visibilidad de esos méritos en bolsas de trabajo, oposiciones o traslados y advierte de que el sistema “tiene enfermeras muy valiosas, con una alta competencia investigadora, que deben aprovecharse”.

La falta de reconocimiento se entrecruza, añade, con la feminización de la profesión: “El hecho de ser una profesión tan feminizada posiblemente sea también una brecha, el no poner esa mirada en las enfermeras”. Su propia Cátedra, asegura, pretende “visibilizar” que las mujeres enfermeras también alcanzan la máxima categoría académica.