Manuel Yanguas, nuevo interlocutor policial sanitario

El comisario Manuel Yanguas será a partir de ahora la persona encargada de hacer de hilo transmisor entre los cuerpos de seguridad y el sector de la Salud, tras su nombramiento como nuevo interlocutor policial sanitario. 

Yanguas sustituye así a Javier Galván, ahora responsable de la Unidad de Servicios Internos de la Policía. Entre los principales objetivos al frente de la unidad figura "cortar por la sano y acabar con ese porcentaje cercano al 15 por ciento de agresores reincidentes, para que no vuelvan otra vez al mismo centro o, a otro centro y haga lo mismo".

Una de sus primeras funciones en el cargo ha sido reunirse con el responsable del Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), José María Rodríguez, para repasar el plan de trabajo y establecer nuevas líneas de actuación. Destaca entre ellas la implantación de un protocolo dirigido a promover denuncias rápidas en los lugares de trabajo con el fin de erradicar la violencia de los agresores reincidentes que suponen cerca de un 17 por ciento del total.

Protocolo de denuncias 'exprés'

El agente, que considera un "honor" asumir este nombramiento, también avanzó un segundo protocolo aprobado en Secretaría de Estado de denuncias 'in situ', que se está aplicando, por ejemplo, en el ámbito de los centros comerciales y que esperan poder implantar en breve en entornos sanitarios.

Esta medida, ha explicado "posibilita que un vehículo de la Policía o de la Guardia Civil acuda al centro donde ese profesional sanitario ha sufrido algún tipo de agresión y este pueda en ese momento y lugar, presentar la denuncia. De esta manera, a la persona que se le ha presentado denuncia, se le cita ya directamente para juicio rápido y sea condenado en fechas próximas".

Cobertura a personal no sanitario  

Otro  de los ejes centrales de actuación para esta nueva etapa será incrementar la formación. Así, pretende reformar la instrucción de la Secretaría de Estado que crea el Protocolo de actuación para que, además de a los médicos y a los técnicos, incluya también al resto del personal no sanitario como celadores o personal de la limpieza, que también son objeto de la violencia.