El virus que tantas vidas se ha llevado por delante y que ha llegado a colapsar y transformar el mundo tal y como lo conocíamos, ha puesto de manifiesto que, sin salud mental no hay salud, y que debemos invertir más en su prevención y cuidado.

Este argumento tan presente ahora en medios de comunicación, tertulias y foros de distinta índole siempre ha estado presente en los colegios de médicos. Como representante de la profesión médica y con motivo del Día Mundial de la Salud Mental quiero resaltar ante la sociedad la implicación y compromiso que desde hace décadas libramos con nuestros compañeros y la sociedad en su conjunto.

Hace más de dos décadas que la profesión médica dio un paso al frente asumiendo los deberes del Código de Deontología, la regulación de la profesión y nuestro compromiso con el cuidado de la ciudadanía, garantizando la asistencia de aquellos profesionales médicos afectados por un problema de salud mental y/o adicción.

Con este fin, nace el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), una iniciativa pionera en Europa que resume el sentido mismo de los colegios de médicos y de nuestra profesión: velar por la seguridad del paciente. Hoy este programa 'marca España' de referencia internacional es una realidad asumida en la profesión y valorada muy positivamente por instituciones, profesionales y sociedad en su conjunto.

Pero, no nos podemos parar, partíamos de cifras elevadas de burnout y la llegada de la pandemia ha sometido a la profesión médica a una enorme demanda y sobrecarga física, cognitiva, psicológica y ética, en definitiva, la tormenta perfecta, actualmente los estudios reflejan un aumento del burnout post-pandemia y una tasa de suicidio en la profesión médicas superiores a las de la población general.


"Es imprescindible considerar el bienestar de los profesionales como parte central de la atención al paciente, indicador de calidad de los sistemas sanitarios y, por lo tanto, hacer políticas de prevención de la salud mental"



Es imprescindible considerar el bienestar de los profesionales como parte central de la atención al paciente, indicador de calidad de los sistemas sanitarios y, por lo tanto, hacer políticas de promoción y prevención de la salud mental desde el grado de Medicina. Sin olvidar que los condicionantes laborales tienen un peso muy elevado.

Desde los colegios de médicos creemos firmemente que esta iniciativa, el PAIME, debería ser reconocido como un programa de utilidad pública por garantizar a los ciudadanos que sus profesionales médicos les atienden en las mejores condiciones posibles. Decía Alejandro Dumas que "es deber aquello que exigimos a los demás", por ello, y bajo el prisma de este ejercicio de responsabilidad y compromiso adquirido por la profesión médica creemos que la reconstrucción del sistema sanitario debe de apostar decididamente por el cuidado de quienes cuidan