Un estudio determina que su uso aumenta la mortalidad respecto a otros tratamientos

Malo para Grünenthal: los opioides no son la mejor alternativa al dolor
Christoph Stolle, director general de Grünenthal en España.


15 jun. 2016 10:40H
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A Grünenthal, laboratorio implicado en el escándalo de la talidomida que finalmente se resolverá en el Tribunal Constitucional, le ha surgido un nuevo motivo de preocupación. Y es que según un estudio, los opioides, uno de los mercados en los que más se ha adentrado el laboratorio alemán, muestran unos datos de riesgo de muerte superiores a los del resto de tratamientos para combatir el dolor crónico.

El trabajo, llevado a cabo por el centro médico de la Universidad de Vanderbilt (Tennessee) y publicado en la revista JAMA, determina que este tipo de productos no solo elevan el riesgo de sobredosis no intencional, sino que también incrementan la mortalidad por eventos  “cardiorrespiratorios y otras causas”. Para ello, se sirvieron de una muestra de pacientes afectados por dolor crónico, principalmente de carácter musculoesquelético, cuyo tratamiento se analizó entre 1999 y 2012. El resultado del trabajo es, por tanto, el fruto de la comparación entre los que recibieron un opioide de acción prolongada y quienes, en cambio, fueron tratados con un medicamento alternativo – anticonvulsivos y dosis bajas de antidepresivo-.

"Encontramos que los pacientes de opiáceos presentaban un riesgo de muerte un 64 por ciento más elevado por cualquier motivo y un riesgo del 65 por ciento superior de mortalidad cardiovascular", hay explicado Wayne Ray, profesor de Política de Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, para quien “el mensaje final para los pacientes con el tipo de dolor que estudiamos es evitar los opioides de acción prolongada  siempre que sea posible”. “Esto es consistente con las últimas pautas de prevención de los Centros para el Control de Enfermedades. Este consejo es especialmente importante para los pacientes con alto riesgo de enfermedad cardiovascular, como aquellos con diabetes o ataque al corazón previo", ha añadido.

Grünenthal y dolor

El estudio llevado a cabo en Estados Unidos es una mala noticia para Grünenthal, que ha hecho del tratamiento del dolor crónico uno de sus pilares tanto a nivel comercial como de imagen corporativa. Para llevar a cabo esa tarea, la compañía de la que Christoph Stolle es máximo representante en España cuenta con un amplio abanico de opioides entre los que se encuentran Adolonta, Palexia retard o Zaldiar - compuesto por paracetamol y una parte de tramadol-.

En su web, la compañía dedica un espacio concreto a explicar los usos de este tipo de medicamentos como método terapéutico en el abordaje del dolor de moderado a intenso. Así, destacan su similitud estructural con las endorfinas y su “efecto analgésico”.
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