Los marcapasos y desfibriladores de St.Jude Medical, adquirida recientemente por Abbott, tienen fallos de seguridad en su software que dejan a merced de los hackers la manipulación de los dispositivos de forma remota. Pese a que la compañía está al corriente y a las advertencias del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, la firma ha desarrollado un parche para paliar la situación pero que no soluciona del todo los problemas de seguridad de sus aparatos. Todo esto se traduce en que si alguien con malas intenciones y conocimientos de hackeo quisiese podría provocar un fallo cardíaco a un usuario de los dispositivos de St. Jude Medical.