La Comisión Europea ha autorizado el uso de bevacizumab, de Roche, en combinación con las quimioterapias carboplatino y paclitaxel, seguido por este fármaco solo, para el tratamiento de mujeres con cáncer de ovario sensibles a platino que han recaído. Ya en los últimos estudios se confirmó el papel de este antiangiogénico, combinado con quimioterapia, en el aumento de la esperanza de vida, tanto en términos de supervivencia libre de recaída, como de supervivencia global, de las pacientes con este peligroso tumor ginecológico.