Por primera vez, un estudio relaciona las partículas contaminantes con los efectos negativos perinatales

La contaminación del aire provoca 6 millones de partos prematuros al año


11 nov. 2021 10:45H
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POR IVÁN FERNÁNDEZ
Que la contaminación del aire provoca diversas enfermedades y muertes en millones de personas está más que demostrado científicamente y, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen alrededor de 4,2 millones de muertes prematuras en el mundo por la exposición a partículas pequeñas de 2,5 micras o menos de diámetro (PM 2,5). Hasta ahora se sabía que estas moléculas están implicadas en el desarrollo de cáncer y enfermedades respiratorias. Sin embargo, la última evidencia científica ha aportado un nuevo efecto nocivo tras descubrir que la contaminación también es la causante de casi 6 millones de partos prematuros y de que casi 3 millones de bebés hayan nacido con bajo peso.

En el estudio, publicado en Plus Medicine, los científicos de la Universidad de Washington y de la Universidad de California, relacionan las partículas contaminantes con alteraciones en el desarrollo fetal a través de varios mecanismos. “Debido a su pequeño tamaño, son capaces de entrar al sistema circulatorio a través de los pulmones. Una vez allí, pueden alterar, entre otros elementos, la función de la placenta y el cordón umbilical, lo que induce un déficit de oxígeno al embrión/feto que conlleva un retraso en su desarrollo y partos prematuros”, explican en la investigación.

Para averiguar estos efectos, los investigadores realizaron una revisión sistemática basada en guías objetivas para cuantificar la relación entre la exposición media a partículas PM 2,5 durante todo el embarazo y cuatro efectos negativos perinatales que son factores de riesgo de mortalidad y morbilidad temprana: peso al nacer y edad gestacional, bajo peso en el nacimiento (BPN) y nacimientos prematuros (NP). “Es la primera evaluación de la carga global que incluye 4 indicadores de salud perinatal”, resaltan los científicos.

Los autores seleccionaron 124 estudios observacionales que abarcaban 204 países y en los que se comparaban los efectos en torno al nacimiento entre grupos de personas que habían estado expuestas previamente a dicha contaminación ambiental y aquellas que no.

¿Cuál es la relación contaminación y dificultades en el nacimiento?


“A nivel mundial, se estima que el 15,6 por ciento de todos los BPN y el 35,7 por ciento de todos los recién nacidos con parto prematuro fueron atribuibles al total de partículas contaminantes PM 2,5, equivalente a 2,8 millones y 5,9 millones de bebés en 2019, respectivamente”, concluyen los investigadores.

Según las estimaciones de riesgo, cada incremento de 10 microgramos de partículas PM 2,5 por m3 en el aire llevaría a un descenso de 22 gramos de peso en el nacimiento, un 11 por ciento más de riesgo de sufrir BPN y un 12 por ciento más de riesgo de NP. A nivel global, la exposición a partículas PM 2,5 en el año 2019 se asociaba a una disminución modesta del peso en el nacimiento (85 gramos) y a un descenso relativamente grande de la edad gestacional en el nacimiento (de 3-4 semanas). Las regiones del planeta notablemente más afectadas son el sur de Asia y África subsahariana.

¿Contaminación ambiental o doméstica?


Los investigadores también han diferenciado el origen de la contaminación y concluyen que solo un tercio de los efectos negativos perinatales registrados se asociaban a la contaminación del aire en el exterior. “La contaminación ambiental en los hogares representa dos tercios de partos prematuros y peso reducido al nacer. Los países en desarrollo son los que sufren de forma destacada esta forma de contaminación del aire en las casas, principalmente por el uso de combustibles sólidos para cocinar (carbón, madera, excrementos, residuos de la agricultura...)”, resaltan los científicos.

Los autores calculan que la disminución a niveles seguros de dichas partículas en el sur de Asia y África llevaría a un descenso de la incidencia global de BPN y NP de alrededor de un 78 por ciento, por ser estas áreas las que mayor contaminación del aire sufren. Por ello, destacan la importancia de implementar controles en la calidad del aire, junto a otras medidas, para reducir la contaminación ambiental y así disminuir de forma drástica los efectos indeseados sobre los recién nacidos, que se enfrentan a un mayor riesgo de morir o sufrir enfermedades a lo largo de la vida.
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