Los pediatras de Atención Primaria también se quejan de que sólo el 36% hace un uso adecuado de este servicio

Dos de cada diez bebés asistidos en Urgencias no tienen nada
La ansiedad familiar y la falta de educación sanitaria, principales motivos.


27 ene. 2018 11:00H
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POR REDACCIÓN
El miedo conduce en muchas ocasiones a que los padres trasladen a sus bebés recién nacidos a los servicios de Urgencias de los hopitales ante la más mínima alarma. Este terror, sin embargo, no está justificado en muchas ocasiones, ya que en España el 20 por ciento de los neonatos que llevan a Urgencias no presenta ninguna patología, tal como señalan los resultados de un estudio publicado en la Revista Pediatría de Atención Primaria.

Tal como denuncian los pediatras de Atención Primaria, se ha producido un importante aumento del número de visitas a Urgencias en los últimos años a pesar de las mejoras sanitarias, manteniéndose una excesiva demanda hospitalaria entre los recién nacidos.

El documento que publica la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) contempla como segundo diagnóstico más frecuente el de vómitos o regurgitaciones del recién nacido (con un 10,2 por ciento), al que siguen el de cólico del lactante (9,6 por ciento) y problemas de alimentación (9 por ciento). Es decir, “la mayoría de diagnósticos clínicos al alta podrían considerarse dentro de la patología banal del recién nacido, así como dentro los conceptos de puericultura”.

Fuente: Asociación de Pediatría de Atención Primaria.



Ansiedad y falta de confianza en el pediatra

Los autores del estudio concluyen que, de todos los neonatos que acuden al Servicio de Urgencias, tan solo el 36,5 por ciento hace un uso adecuado de dicho servicio y los diagnósticos más frecuentes al alta fueron el de recién nacido normal o sin alteraciones patológicas.

“Confirmamos que los Servicios de Urgencias son utilizados frecuentemente por patología considerada como no urgente y por dudas de puericultura, que deberían ser manejada de forma más adecuada en los niveles de AP sin necesidad de acudir al Servicio de Urgencias. Opinamos que, de esta forma se evitarían retrasos en los tiempos de asistencia de los Servicios de Urgencias hospitalarias, al ser considerado el neonato como población de riesgo, y que podrían ser dedicados a los casos urgentes”, señalan los autores del estudio.

La ansiedad familiar, la falta de confianza en el pediatra (muchos todavía no han acudido a la primera revisión), la falta de educación sanitaria de los progenitores o la incomprensión de la misma, la incompatibilidad de horario laboral con el del centro de salud o la dificultad para su acceso, la comodidad o cercanía al hospital y la facilidad para realizar pruebas complementarias son algunos de los factores que los especialistas apuntan como causantes del mal uso y sobresaturación del Servicio de Urgencias.

Los autores también recuerdan que al acudir al Servicio de Urgencias o a cualquier medio hospitalario, el recién nacido queda expuesto a infecciones dada su elevada vulnerabilidad, lo que supone un motivo de preocupación para el pediatra ya que esto impide su correcta valoración.
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