A través del análisis químico de metabolitos de la nicotina presentes en ellas

El tabaquismo se puede estimar con el análisis de las aguas residuales
Esta metodología ya se ha utilizado estudios para medir el consumo de drogas.


31 jul. 2018 12:20H
SE LEE EN 4 minutos
POR REDACCIÓN
La medición de los metabolitos de la nicotina en las aguas residuales se posiciona como una buena herramienta complementaria alternativa para el estudio de la salud pública, ya que permite estimar el consumo real de tabaco en una población.

Estos metabolitos son excretados por los fumadores por medio de la orina y se pueden medir en las aguas residuales, lo que permite monitorizar la absorción de la nicotina e indirectamente el consumo de tabaco en diferentes poblaciones. De esta manera, el análisis químico de las aguas residuales se suma al resto de herramientas que se utilizan en salud pública para conocer el consumo de sustancias.

Así lo ha expuesto el químico e investigador de la Universidad de Oslo José Antonio Baz durante su ponencia ‘Contaminantes emergentes: análisis de aguas residuales y consumo de tabaco’,  en el 51º Congreso de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), celebrado recientemente en Palma de Mallorca.

Esta ponencia se basa en un editorial publicado en Archivos de Bronconeumología, la revista científica de SEPAR, por el propio Baz y cuyo primer autor es el neumólogo experto en tabaquismo y miembro de la Sociedad José Ignacio Granda.


Metabolitos de la nicotina, biomarcadores que se pueden medir


La nicotina se metaboliza rápidamente a través del hígado en forma de diferentes metabolitos (o compuestos producto de la transformación que sufre una sustancia en el organismo). Inicialmente la oxidación de la nicotina da origen a la cotinina y posteriormente esta es hidrolizada y se convierte en trans-3-hidroxi-cotinina (T3HC).

Estos metabolitos de la nicotina son excretados por los fumadores por medio de la orina y van a parar a las aguas residuales. Por lo tanto, son biomarcadores que se pueden medir.

“Esto significa que las aguas residuales contienen numerosos compuestos endógenos y exógenos (biomarcadores) emitidos por el ser humano en forma de orina que pueden considerarse un ‘depósito’ estable de componentes excretados por la población que se pueden medir”, ha dicho Baz.


Existen estudios con la misma metodología en aguas residuales


Existen estudios, como el de Castiglioni y otros autores, que han analizado la presencia de metabolitos de la nicotina en aguas residuales y han comparado los resultados obtenidos al consumo declarado de cigarrillos en las encuestas oficiales. El número de cigarrillos consumidos obtenido con ambos métodos es comparable.

Esta herramienta también se ha utilizado para medir el consumo de drogas ilegales, como la cocaína, así como de drogas legales, como el alcohol, en comunidades locales, pero también de otras sustancias, como medicamentos, productos dietéticos, oxidantes o relacionados con el metabolismo de los cánceres, que son los denominados 'contaminantes emergentes’.

En este sentido, “el análisis de aguas residuales puede ser una forma de monitorizar a largo plazo en una población tanto drogas como medicamentos, pudiendo comparar así los datos entre diferentes ciudades”, ha explicado Granda.


Ventajas: mayor rapidez, mayor representatividad y menor coste


A raíz de estos estudios se ha visto que “el análisis químico en aguas residuales de biomarcadores –como los metabolitos de la nicotina- no compite con otras herramientas de salud pública, sino que aporta información complementaria”, según Granda, ya que permite complementar la información aportada por otras fuentes clásicas como encuestas oficiales, prescripciones médicas o informes policiales, “mejorando así la visión general del consumo y abuso de sustancias en una población determinada”, ha añadido.

El análisis químico de las aguas residuales presenta como ventajas respecto a otros métodos convencionales de salud pública: “su mayor representatividad, mayor rapidez y lo que constituye una de sus principales ventajas: su menor coste”.


Contaminantes emergentes


Otro dato que han destacado estos dos expertos, junto con el médico Carlos de Granda de la Universidad de Valladolid,  es que la nicotina y la cotinina son filtrados o descargados en los vertederos de basura de los productos de tabaco, es decir de las colillas.

Y, según se ha visto, “en muestras frescas de filtrados de vertederos, la cotinina es el producto químico más frecuentemente detectado en ambientes terrestres, así como en aguas subterráneas y superficiales, que se utilizan para regadío”, han explicado estos autores en el citado artículo, por lo que se están convirtiendo en 'contaminantes emergentes'.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.