La SEMG analiza este y otros problemas en la VI Jornada Dual Neumológica

"Tras 40 años se siguen cometiendo los mismos errores con los inhaladores"
Mario Bárcena, miembro del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la SEMG.


1 mar. 2019 12:25H
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Los inhaladores han supuesto un gran avance para la administración de fármacos en patología respiratoria. Consiguen depositar el fármaco en el lugar donde debe actuar, evitando que afecte a otras partes del organismo y efectos secundarios. “A la vez que es una ventaja, la vía de administración también es su gran problema: no es tan fácil como tragar un comprimido o aplicar un inyectable. Precisa de unas habilidades por parte del paciente y de unas características físicas, como la capacidad inspiratoria, que no siempre se tienen en cuenta”, según advierte Mario Bárcena, miembro del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Así se ha puesto de manifiesto durante la VI Jornada Dual Neumológica de la SEMG –que se celebra este viernes y sábado en Valladolid- con el objetivo de realizar una actualización en patología respiratoria, enfocada a profesionales de Atención Primaria. Hay muchos tipos de dispositivos que se utilizan tanto para el tratamiento de la EPOC como del asma. “Aunque son muy diferentes en cuanto a diseño, características mecánicas y facilidad de uso, de manera general, se puede decir que todos, si se utilizan bien, son eficaces. El problema radica en que no se suelen utilizar bien. A lo que se añade que el nivel de incumplimiento de la posología indicada es todavía mayor en el asma y el EPOC que en otras enfermedades crónicas”, según ha advertido Mario Bárcena.

Además de que “la técnica de inhalación incorrecta es inaceptablemente frecuente”, ésta no ha mejorado en los últimos 40 años, tal y como constata una revisión sistemática sobre errores en el uso del inhalador por parte de los pacientes realizada sobre 144 artículos publicados entre 1975-2014, cuyos autores concluían que eran “necesarios con urgencia nuevos enfoques en la educación” en el manejo de estos dispositivos.


Errores más comunes


Según ha informado el portavoz de la SEMG, los errores críticos más frecuentes y comunes a todos los dispositivos son el no realizar la espiración previa a la utilización del inhalador y no realizar la apnea después de la inhalación. En los cartuchos presurizados es muy frecuente (45 por ciento) no realizar bien la coordinación entre inhalación y la pulsación del dispositivo (la pulsación debe ser inmediatamente posterior al inicio de la maniobra inspiratoria que será lenta y constante) y, en los de polvo seco, es habitual el no hacer la inspiración profunda y enérgica (44 por ciento), o no tener la capacidad inspiratoria suficiente para poder realizarla. 

También son errores críticos, según el doctor, no quitar la tapa del inhalador, no agitar antes de utilizar los dispositivos que lo requieren, no sellar bien con los labios la boquilla, colocar en posición inadecuada el dispositivo o realizar la maniobra inspiratoria a través de la nariz en lugar de por la boca.


Comprobar su utilización y adhesión


“Estamos pues ante unos dispositivos y fármacos muy eficaces que obtienen menos resultados que los esperados por una defectuosa utilización”. Por eso, las guías de práctica clínica más utilizadas para asma (GEMA, GINA) o EPOC (GesEPOC, GOLD) recomiendan siempre, antes de cambiar de fármaco, dispositivo o aumentar la medicación, comprobar cómo se utilizan los dispositivos y comprobar también la adhesión.

“Para evitar los errores es fundamental la educación a los pacientes en la utilización de los dispositivos, tanto por los médicos prescriptores como por enfermería, antes de comenzar el tratamiento; pero también es imprescindible comprobar a lo largo del tiempo, aprovechando controles o agudizaciones, cómo los usan”, recuerda Bárcena.

Son muchos y variados los estudios sobre utilización y errores en el manejo de los dispositivos por parte de los pacientes. Pero no deja de ser llamativo también el bajo grado de conocimiento de su manejo por parte de los profesionales implicados. “Por tanto, las medidas de educación en manejo de dispositivos, además de dirigirse a pacientes y cuidadores, también deben dirigirse a profesionales sanitarios implicados (médicos, enfermería y farmacéuticos)”.

“La gran variedad de dispositivos existentes en la actualidad supone una ventaja para poder adaptar a cada paciente el tipo de inhalador más adecuado, pero también un problema para los profesionales implicados en su manejo que deben conocer muchos sistemas diferentes de inhalación”, según Bárcena. Por ello, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia ha incluido dentro de la VI Jornada Dual Neumológica un taller de actualización en el manejo de dispositivos inhaladores.

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