La nutrición sostenible y una dieta más vegetariana, claves de la alimentación del siglo XXI

"La alimentación ecológica ayuda al planeta si utiliza el producto cercano"
Dr. Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética.


21 nov. 2018 17:30H
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Las tendencias alimentarias van a cambiar en este siglo XXI debido a la introducción de nuevos hábitos dietéticos, formas de cocinar los alimentos, de producirlos y la necesidad de desarrollar una alimentación sostenible. El Dr. Giuseppe Russolillo, presidente de la Academia Española de Nutrición y Dietética, ha dado detalles sobre los cambios que se avecinan en nuestra cultura alimentaria. 

"La alimentación en el siglo XXI pasa por tres grandes puntos importantes. El primero es revisar lo que dice la evidencia en nutrición acerca de la práctica dietética", explica Russolillo. En este sentido, el especialista asegura que "la principal recomendación a dar a la población es que intente llevar a cabo una dieta lo más tendente al vegetarianismo. Esto no significa que nos tengamos que volver veganos o vegetarianos. Más bien estamos tratando de retomar el tipo de alimentación que hacían nuestros abuelos hace 100 años donde la presencia de los alimentos vegetales era realmente abundante en la dieta y la presencia de alimentos de origen animal era realmente simbólica".

Dr. Giuseppe Russolillo: "La principal recomendación a dar a la población es que intente llevar a cabo una dieta lo más tendente al vegetarianismo".

Las principales recomendaciones basadas en la evidencia que indica Russolillo son las siguientes; "consumir al menos cinco raciones de frutas y verduras al día, el sustituir el consumo de cereales refinados por productos integrales procedentes de grano entero; aumentar el consumo de frutos secos y de aceites de semillas, principalmente el aceite de oliva en nuestra cultura española; reducir el consumo de sal, bebidas azucaradas y edulcoradas y tomar principalmente agua".

Cambios en la cocina y la producción de alimentos


La segunda tendencia alimentaria que va a cambiar es la forma de cocinar los alimentos. "La técnica culinaria también va a ser importante en los próximos años y se va a determinar cuáles son las más favorecedoras para llevar a cabo una alimentación saludable. Técnicas como salteado, cocción, guisados con poca grasa, plancha, incluso frituras controladas, a pesar de saber que el aceite de oliva es muy calórico, van a ser promovidas en los próximos años".

Russolillo ha puesto como ejemplo de la importancia de la cocina en la nutrición el caso de la carne roja: "Las carnes rojas y las carnes procesadas tienen una especial relevancia en la aparición del cáncer cuando la técnica culinaria se hace por contacto directo con la llama, por ejemplo, las barbacoas o los alimentos cocinados a la brasa".


"Los alimentos ecológicos conservan entre un 30 y un 40% más de fitoquímicos vegetales que los de producción intensiva"


El tercer gran cambio relevante en la tendencia alimentaria tiene que ver con la forma de producir los alimentos. "Hasta ahora ha existido una corriente científica que ha dado a entender que la producción de alimentos de forma intensiva usando productos de síntesis y sustancias artificiales para cultivar el campo no ofrece ningún riesgo para la salud. Sin embargo, ya empieza a haber nuevas voces basadas en importantes estudios que demuestran que el retirar o el hacer una producción mucho menos agresiva con este tipo de sustancias es mucho más saludable para la población", ha explicado

Según Russolillo, "producir alimentos ecológicos sin ningún tipo de sustancia de síntesis permite que el alimento conserve entre un 30 y un 40 por ciento más de los fitoquímicos vegetales. De ahí que los productos ecológicos sean de gran interés. Obviamente no podemos alimentar a toda la población con los productos ecológicos, por lo tanto iremos a lo que llamamos una producción integrada". 

El reto de la sostenibilidad


Es aquí cuando entra en juego un valor que para este especialista es fundamental: la sostenibilidad. "El consumidor ya no va a demandar solamente el que los productos sean seguros y que sean saludables, sino que sean sostenibles. Deberíamos promover una alimentación libre de sustancias de síntesis y que sea el ciudadano el que elija si las quiere tomar o no y que sean aquellos alimentos producidos con sustancias de síntesis los que sean grabados económicamente".

Por otra parte, Russolillo advierte que "no podemos olvidar que no sirve de nada promover una alimentación ecológica si no se promueve el consumo de productos del entorno geográfico cercano. Es decir, ahorrar a la tierra un contaminante produciendo un alimento ecológico que posteriormente va a ser consumido a 1.000 kilómetros de distancia y en ese transporte se le va a devolver a la tierra lo que le hemos ahorrado, es una incoherencia". En conclusión, "debemos empezar a promover una alimentación rica en frutas, verduras y productos vegetales, menos presencia de alimentos de origen animal, a ser posible producidas de una forma respetuosa con el entorno geográfico cercano, y, sobre todo, a ser posible, producidas de forma ecológica y respetuosa con el entorno y, a ser posible, consumidas del entorno geográfico cercano".

La Academia Española de Nutrición y Dietética declara no haber recibido contraprestación económica por la realización de esta entrevista cumpliendo así con el protocolo para la total transparencia, equidad e integridad en las políticas de salud y posicionamientos científicos de la Academia.
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