El portavoz de IU en Asturias cree que la gestión del consejero es "continuista" y le pide una mayor apuesta por la AP

Llamazares: "En Asturias hay pacto sanitario, pero no hay norte"
Gaspar Llamazares, portavoz de IU en el Parlamento asturiano.


10 ene. 2017 9:10H
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Gaspar Llamazares (Logroño, 1957) volvió en 2015 a la Junta General (parlamento asturiano), donde inició su carrera política. Licenciado en Medicina y especializado en Salud Pública –materia de la que impartió clases como profesor universitario–, dedica la misma pasión a los asuntos sectoriales y a la política regional que demostraba en los debates del Congreso de los Diputados. Como portavoz de IU en la comisión de Sanidad, se ha convertido en el socio más crítico del consejero, Francisco del Busto. IU prestó sus votos en la investidura al PSOE de Javier Fernández, pero desde entonces vigila con exigencia cada planteamiento del Gobierno. Muy en particular en el ámbito sanitario, donde el portavoz regional de la coalición ve mucho camino por hacer en materia de gestión.

Izquierda Unida no apoya el nuevo presupuesto en Asturias. ¿Por qué? ¿Ven alguna deficiencia insalvable, en concreto en materia sanitaria?

El acuerdo ‘in extremis’ del PSOE con PP y Ciudadanos se logró fundamentalmente por la rebaja del impuesto de sucesiones. Apenas tocaron nada en materia de gasto sanitario. Nuestra duda es si esa rebaja del impuesto de sucesiones puede afectar a la sostenibilidad del gasto en años sucesivos, porque tiene un impacto de unos 20 millones de euros. Esa fue la razón fundamental de nuestro desacuerdo. Presentamos enmienda a la totalidad a los ingresos, pero no al resto. No presentamos una enmienda de devolución. En materia de gastos, no tenemos una actitud de rechazo del presupuesto; tenemos discrepancias porque creemos que no es lo suficientemente ambicioso. Recupera parcialmente el gasto sanitario, pero es continuista. Creemos que el gasto en Atención Primaria debería crecer más y la inversión en materia de Salud Pública es anecdótica. Habría que reorientar las prioridades de gasto.
 
Quería preguntarle por las listas de espera, señaladas por todo el mundo como uno de los principales problemas de la sanidad Asturiana…
 
De la sanidad española. No solo de la asturiana. Tiene que ver con las políticas de recortes. Mientras no haya un mayor nivel de reposición de las plazas y mientras el gobierno central no se aclare en el Consejo de Política Fiscal y Financiera sobre la eventualidad en sanidad, va a seguir habiendo problemas con las listas de espera. La lista de espera excesiva es un indicador de que algo no funciona. Hay un problema de recursos humanos, básicamente, y también un problema de asignación de recursos, que no se destinan donde más falta haría; fundamentalmente, a la Atención Primaria.
 
¿Qué opinión le merece el Decreto de garantías de tiempos de espera sanitaria que acaba de aprobar el Gobierno?
 
Dentro de ese decreto de listas de espera nosotros habíamos rechazado el artículo que decía que una vez rebasado el tiempo de garantía se debía remitir a la privada. Y lo hemos conseguido. El Gobierno ha suprimido el artículo IV de esta ley. Nosotros no queremos que la ley de garantías de tiempos de espera sea la excusa para derivar a la privada, sino para que se tomen medidas con recursos propios y con los concertados sin ánimo de lucro. Por lo demás, este decreto viene a poner algo de orden en los sistemas de información y las responsabilidades en materia de listas de espera, pero con ser esto importante, creemos que es importante la prevención. Y eso tiene que ver con la Atención Primaria.
 
La problemática de la gestión de las listas de espera en Asturias se ha sustanciado en una comisión de investigación. Además de las polémicas de las que ha venido rodeada, ¿es una herramienta útil para la sanidad asturiana? ¿Está sirviendo para extraer algún plan de mejora?
 
Yo creo que hay que esperar a las resoluciones de la comisión de investigación para ver si los parlamentarios somos realmente útiles o no. Espero que la comisión concluya con una serie de recomendaciones útiles. Por el momento, para lo que ha servido es para poner el problema encima de la mesa y que tenga un eco institucional. Eso es un hecho positivo. El hecho menos positivo ha sido, en mi opinión, es que las comisiones de investigación a veces tienden a la sobreactuación, a magnificar. Añaden al problema real, el mediático. No creo que beneficie al sistema el escándalo. Transparencia toda, escándalo, no. Con el escándalo hay gente que se frota las manos y esa gente no es precisamente el sistema sanitario público.
 
Además de las listas de espera, ¿qué aspectos cree que suponen un desafío para la sanidad asturiana?
 
El sistema de salud pública y la salud laboral, con la potenciación del Instituto Nacional de Silicosis, son dos aspectos importantes. El tercer aspecto, más estratégico, es afrontar la reestructuración de la gestión clínica. Las áreas de gestión de clínica han entrado en crisis. Se presentaban como la gran alternativa al modelo administrativo y no han funcionado; de la misma manera que ha sucedido con las peonadas. Eso plantea la necesidad de un nuevo modelo de dirección y ordenación con cambios en la gestión pública, no con la introducción de la gestión privada. Eficiencia, pero sin que eso signifique la mercantilización de la sanidad pública.
 
¿Qué va a llevar IU a la Junta General dentro de este periodo de sesiones que comienza?

La orientación a crónicos y el plan sociosanitario serán muy importantes durante este periodo de sesiones. Otro tema importante será la formación continua del médico. Frente al predominio de la formación de las farmacéuticas, yo creo que tiene que haber un desarrollo del ámbito formativo en Asturias, algo que, de momento, no existe: dedicamos una cantidad mínima del presupuesto a la formación. Por otro lado, pediremos culminar el Instituto de Investigación Médica. Está muy vinculado a lo hospitalario y hay que integrar en él la Oficina de Investigación Biomédica porque por el momento funcionan cada uno por su lado.
 
¿Cómo valora la labor del consejero Francisco del Busto?
 
Positivo, únicamente, la ‘paz sanitaria’. La capacidad de diálogo y de negociación con los interlocutores. Negativo es que, desgraciadamente, no hay un modelo. No hay otra cosa que la gestión del día a día. Sin modelo no hay dirección. Con Del Busto hay pacto, pero no hay norte.
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