Muerte en Urgencias

Hoy encontramos en la prensa un nuevo ejemplo de la creciente importancia que se le está dando a la actualidad sanitaria en los medios, incluso en ocasiones en las que podría parecer que estamos ante un suceso de insuficiente enjundia para abrir un periódico.

No lo creen así los responsables del diario gallego Atlántico, que abre su edición de hoy como sigue: Muere una mujer en las urgencias del Xeral a la espera de ser atendida. Después, un largo subtítulo, que se funde con una especie de entradilla y que sirve para dar casi todos los datos del suceso: La mujer de 81 años llevaba dos horas y media esperando atención médica cuando sufrió una parada cardiaca y falleció. Padecía una cardiopatía y había acudido al hospital por una afección respiratoria. La muerte se produjo en medio del colapso de las Urgencias, que sigue por tercer día y obliga a desviar pacientes. El Xeral abre una investigación, la familia presenta denuncia, el Sergas lo desvincula de los ajustes y la oposición lo lleva al Parlamento.

Todo un despliegue que no se repite en otros medios, aunque la noticia sí es recogida en primera con suficiente detalle. Así El Faro de Vigo: Muere una mujer de 81 años que llevaba tres horas en Urgencias del Xeral a la espera de ser atendida. Da otra cifra sobre el presunto colapso de las urgencias, un clásico en las controversias sanitarias que siempre suele enfrentar a sindicatos con gerencia: El servicio cumple tres días colapsado con esperas de 7 horas. El Correo Gallego reduce esa demora a tres horas, que sería un tiempo igualmente excesivo. Incluso La Voz de Galicia otorga un sumario al tema.

La Región opta por dar un paso más e interpreta en primera: Indignación en Vigo al morir una mujer mientras esperaba en Urgencias. Obviamente, el clima de indignación es un intangible difícilmente rebatible. Si se interpreta que hay indignación, otros pueden interpretar lo contrario.

¿Suceso o síntoma? La prensa gallega parece tenerlo claro: una muerte en Urgencias es, en estos precisos y críticos momentos, más síntoma que suceso.