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26 ago. 2017 18:45H
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Los atentados de Barcelona y Cambrils han demostrado la valía y solidaridad de los ciudadanos voluntarios, los cuerpos de seguridad del Estado y de los profesionales sanitarios. Frente a una tragedia como esta la coordinación y el auxilio a las víctimas fue ejemplar. En una entrevista a el director del Área Asistencial del Hospital del Mar, Julio Pascual, para ElDiario.es, se puede sentir el ambiente en el que trabajaron durante el fatídico pasado 17 de agosto y los días posteriores.

"A las 17:40 h llega el primer paciente al Hospital del Mar. Hay todo un dispositivo esperándolo. Como no sabíamos qué volumen de pacientes llegaría, todo el personal estaba multiplicado", asegura Pascual y, ante la tragedia los efectivos se multiplicaron. "Empezaron a acudir médicos y enfermeras que viven en Barcelona que ese día no trabajaban porque estaban de vacaciones o porque habían acabado el turno. Vinieron cirujanos, traumatólogos, intensivistas... Se multiplicó la dotación habitual por dos o tres de manera espontánea", apunta este facultativo.

La rutina diaria se rompió completamente y tuvieron que hacer frente a intervenciones de urgencia para salvar las vidas de los heridos más críticos. No parece fácil. "En momentos como el del atentado, tienes que tener la cabeza fría y asumir un rol de cuidado de la población. Esto luego pasa factura y tienes que digerir tantas emociones. Las situaciones que vives, las familias rotas que conoces, tanta angustia y dolor innecesario e inmerecido es duro de metabolizar. Intentas descansar, relajarte… Tratamos de no perder el ánimo", afirma en la entrevista a este diario.

¿Se está preparado para algo así? Existen protocolos dispuestos a activarse en cuanto ocurre un suceso de esta embargadura.Julio Pascual responde: " En el fondo nunca estas preparado para algo así, pero en el momento que ocurre un hecho de estas características te pones manos a la obra. Los profesionales que tienen muchos años de experiencia lideran el trabajo de los más nuevos, otros te miran y te preguntan qué hacer. Lo importante es que sale la mejor versión de cada uno. La gente no mira horarios ni turnos. Nuestra vocación es de servicio".


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