EDITORIAL
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17 sept. 2014 22:20H
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Un total de 1.727 de los 1.777 médicos que se han presentado a la última convocatoria de la ECOE han conseguido la calificación de aptos para obtener su título de especialista en Medicina de Familia y Comunitaria. Una alta tasa de aprobados (97 por ciento) que sigue la estela de las pruebas convocadas durante los últimos 19 años y que simboliza algo más que un porcentaje. Significa el final de un largo proceso que ha dividido al colectivo de facultativos más numeroso de nuestro país que ahora comienza un nuevo camino unido como especialidad.

Ya no habrá diferencias entre los médicos de Familia, generales, de cabecera, de Primaria, etc. Ya todos son un mismo grupo y, a falta de tener una sola voz, tienen algo muy importante que celebrar: el final de un cisma que ha separado a iguales por razones que poco tienen que ver con su labor como médicos. La incorporación del MIR introdujo en España un sistema que formaba a especialistas y en el que los médicos generales han ido poco a poco quedando relegados a un segundo plano. El Sistema Nacional de Salud (SNS) situó al hospital como eje de acción y dejó a la base del sistema, a su puerta de entrada, subyugada por la restricción de recursos y denostada ante la opinión médica.

Poco se ha celebrado entonces el que las tres sociedades de médicos de Atención Primaria hayan alcanzado un consenso histórico; un final idílico para una historia que, de tanto alargarse, había adquirido tintes dramáticos. Un drama sin villanos, en gran parte por culpa del Ministerio, que se ha empeñado en ayudar a escribir un final feliz en esta historia en lugar de enmarañarla.

La Dirección General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, puede apuntarse un tanto con esta última ECOE, sin duda. Por el apoyo prestado a las sociedades científicas unidas por primera vez y con un objetivo bien fijado: cerrar ciclo y empezar camino juntas. Si se estudiara en las facultades de Medicina la historia reciente de la sanidad española, la última ECOE de Familia debería tener un capítulo propio en el que se recogiera su desenlace como caso práctico de colaboración entre médicos y Administración en la búsqueda del bien común.

Semergen, SEMG y Semfyc han plasmado en esta última ECOE lo que ellos han venido a denominar como “unidad de acción”. Y hay que felicitarles por ello, además de al Ministerio por apoyarles. Por fin han dejado atrás sus diferencias (pocas, pero enraizadas) para lograr que sus asociados y todo los médicos de Primaria sean especialistas. En igualdad de condiciones que el resto. Al mismo nivel que la Hospitalaria. Desterrando aquello de Primaria y Especializada. Ahora todos los médicos de nuestro país son especialistas.

¿Hay más de un tipo de médico de Familia? La inmensa mayoría de los millones de pacientes que pasan cada día por el centro de salud dirían que no. Y gracias a esta última ECOE ya se puede decir que ninguno de ellos estaría dando una respuesta equivocada.

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