El presidente del Colegio de Médicos de Álava teme que los criterios éticos y deontológicos queden “al albur de las arbitrariedades políticas o económicas”



6 may. 2011 11:20H
SE LEE EN 4 minutos

Redacción. Vitoria
Kepa Urigoitia, presidente del Colegio de Médicos de Álava, ha mostrado su convencimiento de que “la profesión médica precisa de una regulación y de un control específico”. “La conocida como Ley Ómnibus, de diciembre de 2009, fijó el plazo de un año para que el Gobierno emitiera una Ley de Servicios Profesionales, que estableciera qué profesiones precisan una colegiación obligatoria para su ejercicio. Transcurrido ya el plazo, y a pesar del apoyo a la colegiación universal para los profesionales sanitarios manifestado públicamente por las dos últimas ministras de Sanidad, Trinidad Jiménez y Leire Pajín, el segundo informe jurídico que maneja la ministra de Economía, Elena Salgado, recomienda, al igual que el primero, que la colegiación sea voluntaria para quienes trabajen en exclusiva para el sector público, dejando el control del ejercicio a la propia Administración”.

Kepa Urigoitia, presidente del Colegio de Médicos de Álava.

El presidente del colegio vasco ha llamado la atención respecto a que “en los países de nuestro entorno, con democracias consolidadas, los órganos de control y regulación de las profesiones sanitarias son independientes del Estado y del capital. Y desde esa independencia, establecen tanto los criterios formativos, éticos y deontológicos como ejercen el necesario control normativo”.

Hace prácticamente un año, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos aprobó por unanimidad un opúsculo con las definiciones de profesión, profesional y profesionalismo médicos, que fue presentado en el Senado en presencia de diferentes grupos políticos. Un nuevo profesionalismo médico que significa el compromiso con la competencia, la integridad, la moralidad, el altruismo y la promoción de un bien social preferente como es la salud.

Dicho compromiso “requiere de unas sólidas bases de deontología y ética profesional, que no pueden ser dictadas ni controladas por la Administración, por ser códigos que van siempre unos pasos por delante de lo que marca la ley”, ha señalado Urigoitia. Tanto el Consejo General de Colegios de Médicos como el Consejo General de Enfermería, así como los propios Colegios de Médicos y de Enfermería, están realizando diversas actividades y manteniendo reuniones con grupos políticos para abogar por esta causa, que finalmente será votada en el Parlamento.

“Quiero confiar en que, por el bien de la profesión, de la calidad de la asistencia y, en definitiva, de los pacientes, consideren sus señorías la necesidad de la colegiación universal en el caso de nuestra profesión. Las consecuencias de que el propio empleador, la Administración o las compañías privadas se transformen en el único regulador de nuestra profesión, sólo facilitaría que los criterios éticos y deontológicos quedaran al albur de las arbitrariedades políticas o económicas de cada momento”, ha añadido.

El presidente del colegio vasco también se ha referido a unas palabras de Juan José Rodríguez Sendín, presidente del Consejo General de Colegios de Médicos, en las que aseguraba que “los ciudadanos y sus legítimos representantes deben tener la seguridad de que la profesión médica va a ser independiente y leal a su misión”. “La autorregulación que suponen los colegios de médicos con colegiación obligatoria es una garantía de que los médicos no nos limitaremos a cumplir la ley, sino que nos comprometemos a un mayor nivel de exigencia de acuerdo con la deontología profesional, exigible en nuestros Estatutos para quien ejerce la Medicina”, ha dicho Rodríguez Sendín.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.