Semfyc afirma que han disminuido las quejas a la ECOE y los examinados siguen denunciando “irregularidades”

Hiedra García Sampedro. Madrid
Concluida la prueba ECOE en la sede de Madrid (sigue celebrándose en Sevilla y Barcelona), la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc) ha confesado a Redacción Médica que los aspirantes expresaron sus quejas en los primeros días “ante la premura de la convocatoria”, pero que han ido disminuyendo, asegura Emilia Bailón, vicepresidenta de Semfyc. Por otro lado, los participantes siguen anunciando su indignación en los foros de internet, no solo por la poca antelación de la convocatoria, sino que también denuncian irregularidades técnicas en la prueba.

Emilia Bailón, vicepresidenta de Semfyc.

Emilia Bailón, vicepresidenta de Semfyc, ha estado presente en los días de celebración de la prueba de Evaluación Clínica Objetiva Estructurada en Madrid, y comenta que durante el turno de palabra en las primeras jornadas del examen “hubo algunas quejas por la premura de la convocatoria, en lo que evidentemente Semfyc no tiene responsabilidad”, sin embargo, estas intervenciones fueron “disminuyendo”, afirma.

En cuanto a la prueba, Emilia Bailón asegura que todas sus partes están diseñadas para asegurar la evaluación de competencias que exigía el Real Decreto sobre el acceso al título de Medicina Familiar y Comunitaria por esta vía excepcional. “Tanto las preguntas tipo test, los casos cortos, el script, todo ha sido recomendado por el Comité Organizador de la prueba, compuesto por los Ministerios de Educación y Sanidad y la Comisión Nacional de Medicina Familiar y Comunitaria que incluye a representantes de las sociedades científicas”, recuerda la vicepresidenta de Semfyc.

Irregularidades en el examen

Por otra parte, los foros de internet sobre la prueba ECOE continúan vertiendo duras críticas a la organización. Entre otras quejas sobre las características técnicas de la prueba, los examinados denuncian que no hubiera habido sorteo en el orden de presentación entre las diferentes sedes o que no haya forma de recurrir el contenido, por lo que se sienten “indefensos”. Además, critican que el examen se tuviera que realizar con lápiz y que no se pudieran quedar con una copia de las pruebas ni del test.