CCOO ve el lado positivo del acuerdo: relanzamiento de la Mesa Sectorial de Sanidad, jubilación anticipada a los 63 años y regulación de profesiones 'penosas, peligrosas y tóxicas'



9 feb. 2011 11:45H
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María Márquez. Madrid
A pesar del desconocimiento del texto definitivo, los principales sindicatos han valorado para Redacción Médica el anteproyecto de Ley de Reforma de la Seguridad Social, recientemente pactado con el Gobierno. Las impresiones son negativas e inciden sobre la delicada situación de los enfermeros, cuyas facultades físicas se ven especialmente mermadas a partir de los 60 años. En el ámbito médico, echan de menos una ‘jubilación a la carta’ y una “mesa de negociación propia” del facultativo, como reiteran desde CESM. La versión optimista es la de Comisiones Obreras, que apunta posibles vías de escape a los temas que más preocupan al sector.

Enfermeros y administrativos, los más perjudicados para CSI-CSIF

El secretario nacional de Formación de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-CSIF), Miguel Borra, basa su oposición a la futura norma en argumentos económicos y profesionales. Tilda de “mercadeo” la "mezcla" de cuestiones que han formado parte del pacto laboral y subraya que “los jubilados del mañana serán más pobres que los de hoy, debido a que aumenta en 10 años el cálculo de la pensión”. La edad de jubilación fijada en los 67 años perjudicará especialmente, en opinión de Borra, a los enfermeros y personal administrativo, y echa de menos que se haya estipulado la ‘jubilación a la carta’ “si se tiene capacidad física plena y se incentiva”.

Martínez y Cabrera (arriba), García y Borra.

Sin marco de negociación para el médico

La jubilación opcional en una franja de 60 a 70 años es también una asignatura pendiente del acuerdo en opinión del secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Patricio Martínez. Por otro lado, llama la atención sobre la falta de planteamiento de la negociación colectiva. “Da la sensación de que salvo las pensiones, el resto de puntos son solo titulares, no hay concreciones”, critica. La gran asignatura pendiente para Martínez es el establecimiento de un marco de diálogo específico para la comunidad médica, reclamación histórica de CESM que pondría al sindicalismo español “al nivel del resto de Europa”.

El handicap físico de los enfermeros

Como representante de uno de los colectivos más afectados con el retraso de la edad de jubilación, María José García, secretaria de Comunicación del sindicato de enfermería Satse, se manifiesta abiertamente en contra de dicho pacto. Se basa en dos argumentos fundamentales: la seguridad del paciente y la situación física de estos profesionales en las edades planteadas. “Los estudios demuestran que nuestra calidad de vida y estado de salud es peor que otra persona de la misma edad por el trabajo desarrollado a turnos. La edad biológica no se corresponde a la real”, advierte. García radiografía las circunstancias actuales para incidir en el impacto de este acuerdo estatal apuntando que el déficit de profesionales (122.000) y la consecuente sobrecarga asistencial provocará que “se incremente el ya importante porcentaje de personas que abandonan la profesión”. Añade además que el aumento del tiempo de cotización de 15 a 25 años dará lugar a que "el poder adquisitivo disminuya, con un 20 por ciento de retribuciones afectadas”.

CCOO, la visión más esperanzadora

En el otro lado de la balanza se encuentra Comisiones Obreras (CCOO), supscritor del acuerdo estatal junto a UGT. Antonio Cabrera, secretario de la Federación Estatal de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de este sindicato, ve el vaso medio lleno y apunta que se ha pactado “una mesa de empleados públicos para retomar asuntos incumplidos por el Gobierno, lo que puede lanzar la Mesa Sectorial de Sanidad”. En cuanto a la edad de jubilación, resalta que se contempla la jubilación anticipada a los 63 años para los empleados públicos, lo que también podrá repercutir en el sector sanitario. En cuanto a las quejas de los enfermeros, admite “el desgaste y las bajas por enfermedad laboral” que sufren y apunta que está pendiente una norma “que regule las profesiones penosas, peligrosas y tóxicas”, sin desarrollar todavía pero en la que a priori "no se ha descartado ningún colectivo".

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