El objetivo es ofrecer una alternativa educativa para la reinserción de los menores



28 ene. 2011 10:45H
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Redacción. Mérida
La Consejería de Sanidad y Dependencia; el Servicio Extremeño de Salud (SES); la Fiscalía Superior de Extremadura y la Asociación Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz han firmado un convenio de colaboración para el desarrollo del Programa Ambulatorio para menores infractores con conductas adictivas (Pamica).

Ceciliano Franco, gerente del SES; Mª Jesús Mejuto, consejera de Sanidad; Aurelio Blanco, fiscal superior de Justicia de Extremadura; y José Mª Vega, director de Cáritas Diocesana Mérida-Badajoz.

El programa se basa en una intervención educativa-terapéutica entre las familias y los menores infractores, con edades comprendidas entre los 14 y 19 años, que presentan conductas adictivas, derivados por el Equipo Técnico del juzgado de Menores.

La consejera de Sanidad y Dependencia, María Jesús Mejuto, ha explicado que el programa trata de ofrecer una alternativa educativa a los menores infractores con problemas de adicción a las drogas para prevenir una posible escalada delictiva en sus vidas, actuando en todos los ámbitos que rodean al menor para atajar el problema desde la raíz.

El programa, que ya comenzó a funcionar hace un año, es ejecutado por el Proyecto Vida, parte integrante de Cáritas, dedicada al ámbito de la prevención y la asistencia, bajo la supervisión y asesoramiento de la Secretaría Técnica de Drogodependencias del SES.

El convenio contempla tanto acciones formativas y socioeducativas para los menores y/o familias, dirigidas a la prevención y reinserción social en materia de conductas adictivas, como acciones de sensibilización para los menores y/o familias, relacionadas con la conducta que ha motivado la medida.

El fiscal superior de Justicia de Extremadura, Aurelio Blanco, ha destacado a su vez que el Ministerio Fiscal selecciona a los menores que pueden desarrollar estas acciones, ya que quedan excluidos aquellos que han cometido infracciones graves o con violencia o intimidación de las personas y ha añadido que se trata de una medida extrajudicial que pretende rehabilitar al menor con el fin de reinsertarlo socialmente, por lo que, dijo, se trata de un convenio importante.

Por su parte, el director de Cáritas Diocesana Mérida-Badajoz, José Mª Vega, ha indicado que es fundamental que los menores sean tratados de las conductas adictivas antes de que tengan graves consecuencias, como la delincuencia, los problemas familiares o la exclusión social, y ha añadido que Cáritas trabaja en el ámbito de la intervención extrajudicial y también con menores internados, al tiempo que se trabaja en la prevención, todo ello con resultados bastante satisfactorios.

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