También abandonará su sede actual para trasladarse a una “más económica”



21 jul. 2011 12:22H
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Redacción. Palma de Mallorca
La Consejería de Salud de Baleares ha puesto en marcha una nueva política de recortes para paliar la grave situación económica en la que se encuentra la sanidad balear. Entre las medidas de ahorro destacadas están la reducción del 50 por ciento de los liberados sindicales y el abandono del nuevo edificio de la Consejería, propiedad de Patrimonio, ante la falta de recursos para pagar su alquiler.

Carmen Castro.

Según explican desde la Consejería, el coste anual de la liberación sindical asciende a cuatro millones de euros, con lo que su reducción implicaría un ahorro de dos millones de euros anuales. En una reunión con los sindicatos, el director general del Ib-Salut, Juan José Bestard, ha garantizado el mantenimiento de las plantillas sanitarias y los servicios, salvo las guardias localizadas de servicios médicos no esenciales y las peonadas.

Además, Bestard ha asegurado el pago de las nóminas hasta noviembre, fecha en la que esperan contar con la financiación suficiente para que no haya más problemas con los abonos. Otra de las medidas en la agenda del Ib-Salut es la unión en una sola de las gerencias hospitalarias y de Atención Primaria.
 

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