25 sept. 2011 23:41H
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LA ENTREVISTA DE REDACCIÓN MÉDICA
Mª JOSÉ SÁENZ DE BURUAGA, CONSEJERA DE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE CANTABRIA
“El futuro de Valdecilla depende del resultado del 20-N”
Descarta un escenario de conflictividad en su región por impago a proveedores

Su Departamento estudia jurídicamente cómo devolver la colegiación obligatoria

Apuesta por una política de recursos humanos ligada a rendimiento, calidad y resultados

Ricardo López / Óscar López Alba / Imagen: Diego S. Villasante. Santander
Después de muchos años en la oposición, liderando la política sanitaria del Partido Popular en Cantabria, las elecciones del pasado 22-M han puesto a María José Sáenz de Buruaga al otro lado de la barrera. Ignacio Diego ganaba las elecciones autonómicas en esa fecha y su primer nombre en la lista del Gobierno era el suyo. La lógica se impuso y fue designada consejera de Sanidad, con la responsabilidad extra de los Servicios Sociales. Pero es que además, para resaltar la importancia que tiene la Sanidad y ella misma en este Ejecutivo, Diego le confiaba la vicepresidencia. Recibe a Redacción Médica en su despacho, se muestra entusiasmada y al tiempo muy consciente de la “extrema dificultad” a la que se enfrenta por la “herencia” recibida de los anteriores gestores y por la crisis.

María José Sáenz de Buruaga, en su despacho en la sede de la Consejería.

Pocos meses después de su llegada a la Consejería, ¿ya hay un balance real y fiable de cómo está la situación, sobre todo la económica?

A eso y a conformar el equipo es a lo que nos hemos dedicado de forma preferente a lo largo de algo más de dos meses que estamos al frente de la Consejería. La situación que nos hemos encontrado es de dificultad extrema, crítica e insostenible en el tiempo, que hunde sus raíces en una falta de financiación, en una infrafinanciación, en una falta de gestión y de reivindicación frente al Estado que es lo que ha caracterizado estos últimos ocho años, y que se ha visto agravada con la llegada de la crisis.

Nuestros grandes males desde el punto de vista financiero son tres. Primero las insuficiencias presupuestarias, que ya hemos cuantificado en torno a los 70 millones de euros, que tenemos que hacer frente inexorablemente de aquí al fin del ejercicio. En segundo lugar, la alarmante situación de endeudamiento derivada fundamentalmente del suministro de medicamentos y productos sanitarios, que es previsible que a final de año se sitúe en una cifra cercana a los 240 millones de euros. Y luego el incumplimiento del compromiso de financiación íntegra del Plan Director del Hospital Marqués de Valdecilla por parte del Gobierno de la nación. Estamos hablando de una herencia, de un agujero que supera los 500 millones de euros.

En relación a la deuda, decir que nuestro objetivo es cumplir con la obligación de pagar, siendo conscientes de que todo aquello que pasa por no pagar agrava la situación en este momento. Y creo que estamos haciendo lo que debíamos, y que nadie había hecho antes, que es abrir los cajones, sacar las facturas y cuantificar la cosa, que no es fácil. Estamos hablando de 70.000 facturas en el cajón. Lo segundo ha sido poner en conocimiento de la Consejería de Economía y Hacienda esta realidad. Y tercero analizar conjuntamente las diferentes alternativas. En eso estamos, con reuniones entre ambos departamentos y abordar un plan de choque consensuado con proveedores y empresas del sector.

"Tenemos un plan de reordenación para ser más eficientes"

"Hemos encontrado una situación de dificultad extrema"

Esta situación económica, ¿cómo condiciona la política que la Consejería tiene prevista para estos próximos cuatro años?

Debemos ser conscientes y afrontar un enorme problema de sostenibilidad en nuestro sistema de salud. Lógicamente ese y no otro debe ser el principal objetivo de esta Consejería, hacer sostenible el sistema sanitario cántabro y el sistema público de protección social, pues como bien saben esta Consejería también tiene asumidas las competencias de Servicios Sociales. Eso nos obliga a concentrar todo el esfuerzo a preservar el estado del bienestar. El reto en estos momentos es ser capaces de mantener el nivel de servicios actuales en condiciones de calidad. La intención es que a medida que vaya avanzando la legislatura logremos enderezar el rumbo, invertir la tendencia e ir superando las dificultades económicas para afrontar avances, incluso la ampliación de servicios.

Descartados los recortes como los ha descartado este Gobierno en áreas prioritarias como son la Sanidad, los Servicios Sociales y la Educación, está claro que la transparencia, la eficacia y la eficiencia en la gestión se convierten en el eje estratégico de actuación de la Consejería. Hacer más y mejor, con lo mismo. Por eso estamos trabajando en un plan de reordenación dirigido fundamentalmente a aligerar estructuras y racionalizar el gasto, y luego promover un gran pacto por la sostenibilidad del sistema que debe incluir a todos los agentes interesados, del primero al último.

"Descarto un escenario de conflictividad por impagos"

"Dejaron 70 millones de insuficiencia presupuestaria"

¿Qué parte de la deuda corresponde a Dependencia?

De los 70 millones de euros que antes decía, estamos a falta de 31 millones para algo tan sagrado como es abonar las nóminas del personal del Servicio Cántabro de Salud hasta final de año. Tenemos detectada la falta de unos 19 millones de euros para afrontar el pago de la factura farmacéutica, de las recetas a las farmacias, aparte del mes de octubre y del mes de noviembre. Y hay otros 19 millones que afectan al ámbito de los Servicios Sociales. Seis millones para el pago de la Renta Social Básica, que se agotó en junio y es una de las primeras medidas que tuvo que tomar este Gobierno al llegar, y unos 13 millones de euros que se prevén de gastos derivados de la Ley de Dependencia, concretamente del cuidado de personas en el entorno familiar y para estancias concertadas.

Ha hablado de esas 70.000 facturas y leemos noticias en la prensa de la falta de cobro de las oficinas de farmacias, algún laboratorio que se plantea dejar de suministrar fármacos a hospitales morosos. ¿Teme que estos años sean especialmente conflictivos por el retraso de los pagos a los proveedores?

Lo que es importante es generar confianza y nosotros no hemos tenido ninguna advertencia ni amenaza respecto a problemas de suministro. Lo que hay que hacer es lo que está haciendo este Gobierno; actuar con transparencia y con decisión, que es lo que no se había hecho. Esto creo que genera confianza en el sector. No vamos a cerrar los cajones. Los hemos abierto, hemos puesto las facturas sobre la mesa y estamos dispuestos a afrontar un compromiso serio reflejado en los presupuestos para que haya garantías de que la situación se va a afrontar. Es un momento difícil, más aún cuando se están produciendo constantemente recortes derivados de los incumplimientos de los objetivos de déficit. En el caso de Cantabria todos los miembros del Consejo de Gobierno somos conscientes de la dificultad y nos estamos apretando el cinturón en la misma dirección, y hay que remarcar que la Sanidad no es una prioridad solo de la Consejería, sino de todo el Gobierno, y eso también ha cambiado después de mayo en Cantabria. En estos momentos descarto en nuestra región el escenario de conflictividad que se puede estar dando en otras comunidades.

"Hay que reconstruir la relación con los profesionales"

"En política farmacéutica tengo pocos reproches"

En momentos de dificultades económicas en el sector público, algunos gobiernos regionales buscan la complicidad del privado para que aporten su granito de arena en la sostenibilidad del sistema. ¿Contempla esta posible opción?

Existe la posibilidad de esta fórmula, que es posible y viable. Depende también de las necesidades y de la capacidad inversora de cada comunidad y de la estructura sanitaria. Yo entiendo la colaboración público-privada y las vías de concertación, que siempre me han parecido algo positivo. Ahora, si hablamos de implantar en Cantabria algo como el modelo Alzira, prefiero ser clara y decir públicamente que no hay espacio en Cantabria en este momento para este tipo de gestión. Creo que ese no es el modelo por el que apostamos. No estamos por dejar la gestión de servicios públicos esenciales como es el sanitario en manos del sector privado, porque creemos que queda mucho recorrido en la gestión eficiente de lo público, y ahí es donde nos vamos a emplear a fondo.

Citaba antes el Hospital de Valdecilla. Tiene una larga trayectoria en obras ya, ¿pero se vislumbra el final de éstas para esta legislatura?

Si le pregunta a esta consejera yo le diría que el futuro de Valdecilla no puede ser otro que la excelencia asistencial, docente e investigadora, tal y como reza en nuestro Estatuto de Autonomía, y precisamente por ello y para ello la firma reivindicación y la firma de ese convenio de financiación íntegra del Plan Director de Valdecilla constituye la prioridad de prioridades de este Gobierno. Nos estamos jugando en este momento la continuidad de las obras, ya que el año que viene tenemos que hacer frente a un plurianual del entorno de 41 millones de euros que no podremos hacer frente en solitario con la situación económica que hemos heredado y que acabo de describir. Nos estamos jugando la conclusión de unas obras de un hospital que lleva más de 10 años construyéndose. Esta situación tiene que terminar, porque también está en juego la condición de referente nacional del centro en un significativo número de especialidades.

"Cantabria no puede seguir a la cola en listas de espera"

"Valdecilla, con un Gobierno socialista, no tiene futuro"

Lo que hemos comprobado los cántabros es que con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero Valdecilla no ha tenido futuro. Ha traicionado a Cantabria con sus incumplimientos y ha dejado una losa encima de las espaldas de los cántabros de 194 millones de euros, que es lo que queda pendiente de la financiación del hospital. Es vital terminar con los incumplimientos, vital generar confianza y tengo la seguridad de que el próximo Gobierno de la Nación, liderado por Mariano Rajoy, será el que cumpla definitivamente con el hospital, desde el fundamento de que fue precisamente un gobierno del Partido Popular el que firmó ese ciompromiso de financiación íntegra de Valdecilla en 2002.

¿Va ligado entonces de forma inseparable el futuro del hospital al de las elecciones del 20-N?

En esto ya soy escéptica, no hago actos de fe y me rijo por los hechos. Está visto que con un gobierno socialista los fondos que hemos recibido estos años son los que se derivaron del convenio firmado por un gobierno del PP para el periodo 2002-2007, y que desde el año 2007 estamos esperando a que se ponga una firma en el compromiso que lo reconoce. Las promesas no pagan las facturas. Los cántabros hemos hecho un esfuerzo muy grande en Valdecilla mientras hemos podido, pero ya no podemos seguir haciéndolo. Es vital un Gobierno central que se comprometa con Cantabria y con Valdecilla, y eso solo lo ha hecho un ejecutivo del Partido Popular.

¿La llegada de César Pascual a la Gerencia de Valdecilla es una muestra más de la apuesta de su Consejería por este hospital?

Evidentemente. Valdecilla es la prioridad de prioridades de este Gobierno, porque está en una situación muy complicada y requería un gran gestor al frente. Aunque no debo ser yo quien lo diga, pero es cierto que este equipo cuenta con grandes gestores. César Pascual, además de serlo, tiene una trayectoria que le avala, con las responsabilidades que ha ejercido en la Comunidad de Madrid, pero además es un hombre que quiere y conoce Valdecilla por dentro, y esa vinculación especial con el hospital y con Cantabria, sumada a la capacidad de liderazgo e innovación que le caracteriza, va a venir muy bien al centro.

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