María Márquez. Madrid Los portavoces de la Comisión de Sanidad del Congreso no se muestran igual de optimistas al ser preguntados sobre un posible relanzamiento del Pacto por la Sanidad, que ha permanecido en un cajón durante los últimos siete meses. Para la mayoría, son PP y PSOE los que deben tomar las riendas, mientras que el sindicato CESM se desmarca apuntando una conferencia de presidentes autonómicos como el marco para reimpulsarlo. Llamazares recuerda que el texto “ya no está en el ámbito parlamentario” porque la subcomisión culminó su trabajo de año y medio a finales de septiembre de 2010, fecha en la que, como sucede ahora, el escenario político vivía momentos de convulsión ante las elecciones autonómicas, por entonces de Cataluña. PSOE y CiU no creen que ahora sea “un buen momento” para retomar conversaciones dada la proximidad del 22-M. Y mientras que el PNV se reafirma en su decisión de no apoyar esta iniciativa al no verla factible, el PP insta a Pajín a que mueva ficha.
Mario Mingo denuncia que ni Zapatero ni Pajín "tienen interés en el Pacto" Llamazares: “O se aborda ahora, o se pierde una oportunidad histórica” Para el portavoz de GER-IU-ICV en la Comisión de Sanidad, Gaspar Llamazares, las riendas para reimpulsar el consenso político tendrían que ser tomadas por el PSOE y el PP ya que, como señala, el texto “ya no está en el ámbito parlamentario sino que está bloqueado porque los dos grupos no llegan al acuerdo”. En el caso de los ‘populares’, la traba puede ser que “no quieran atarse las manos por si llegan al gobierno”, mientras que también pone en duda el ánimo conciliador de CiU ya que “tiene otras prioridades de gobierno”. Para Llamazares, la convocatoria electoral, como apuntan otros portavoces, “no puede ser una excusa” para no reactivar las conversaciones y opina que “antes del verano se podría retomar, porque o se aborda ahora, o se pierde una oportunidad histórica”, ya que no cree que tras las generales de 2012 vaya a ser un momento más adecuado. La importancia del Pacto radica para él en establecer “una hoja de ruta” en temas clave como la financiación y deuda sanitaria o la “desorganización y pérdida de la cultura profesional del sistema con los nuevos modelos de gestión”. El copago, las concesiones administrativas y la financiación fueron, el pasado septiembre, “los núcleos duros del desacuerdo”, según Llamazares. CiU: “No lo damos por perdido del todo” La portavoz de CiU en la Comisión de la cámara baja mantiene una actitud prudente y tranquila con respecto a un futuro consenso. Concepció Tarruella dice que ha recordado el asunto una reunión reciente si bien no cree que el próximo mes, en vísperas del 22-M, “sea el momento más oportuno” para retomarlo. Para Tarruella, el Congreso y “todos los agentes implicados” son los que deberían debatir de nuevo el texto que no logró el acuerdo a finales de septiembre, aunque puntualiza que la principal responsabilidad recaería “en los dos grupos políticos mayoritarios”. “Nos unen un 50 por ciento de medidas pero hay que acercar posiciones en el otro 50 por ciento”, explica. A pesar de todo, es optimista y asegura que desde su partido “no lo damos por perdido del todo, pero hay que tener ganas de buscar el acuerdo”. PNV no ve factible el Pacto “Más bien un oyente”. Así define Joseba Egirretxea, portavoz del PNV en la Comisión, su papel como miembro en la subcomisión del Congreso que redactó las conclusiones del Pacto por la Sanidad. Asegura que “desde un principio” el grupo nacionalista vasco “no creyó” en que las reuniones llegasen a buen puerto. “Había una distancia excesiva entre los partidos, por eso teníamos claro que no participaríamos”, explica. Egirretxea comparte con Tarruella en señalar a los grupos políticos mayoritarios como los responsables principales “de que no se llegase a ningún acuerdo”. Para CESM “seguirá muerto de aquí a la elecciones generales”
El secretario general del sindicato médico CESM, Patricio Martínez, es una de las voces más pesimistas en cuanto a un futurible impulso del Pacto. No solo alude a las elecciones autonómicas sino incluso a las generales. En su opinión, la “campanada electoral” motivada por la renuncia de Zapatero imposibilitará un acuerdo político de estas características. Para Martínez, el documento debería revitalizarse en el seno de una conferencia de presidentes autonómicos y tampoco responsabiliza a la ministra Leire Pajín del parón que ha sufrido. “Ya se rompió antes de su llegada al Ministerio, ya estaba politizado”, señala. Y es que para CESM, que un acuerdo de estas características pase por el Congreso no es la mejor opción: “Fue un paso atrás”, sentencia. Por otro lado, señala que de haberse aprobado en el plazo previsto, hubiese sido una buena forma de haber blindado los recortes sanitarios autonómicos. “Por lo menos tendría que haberse intentado”, sentencia. El consejero de Sanidad de Madrid insta al Gobierno "a trabajar"
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