LA REFORMA DE LA LEY DEL TABACO, HEREDADA DE JIMÉNEZ, SU ÚNICO ÉXITO DESTACABLE | ||||
La debacle electoral del PSOE marca el año de Pajín | ||||
Este periodo ha estado marcado por el enfrentamiento político con el Partido Popular, que desde el 22 de mayo cuenta con 'mayoría absoluta' en el Consejo Interterritorial del SNS | ||||
Óscar López Alba / Imagen: Miguel Ángel Escobar, Diego S. Villasante y Pablo Eguizábal Esto sin duda ha venido a erosionar aún más la imagen de Pajín como ministra, muy socavada desde el principio. Así lo han ido mostrando las encuestas del propio Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que la han situado siempre como la peor valorada por los ciudadanos junto con la responsable de Cultura, María Ángeles González-Sinde, en el ojo del huracán mediático por la Ley de Internet. Pajín, tomando la valoración de los ciudadanos, ha sido la peor ministra de Sanidad de la etapa presidencial de José Luis Rodríguez Zapatero. Su gestión ha sido puesta en duda desde el principio, porque llegaba a un sector como el sanitario sin aparentemente tener los conocimientos adecuados. En su primer discurso como ministra se apoyó en la parte social para salir del paso. Poco a poco ha ido cogiendo el hilo, pero siempre con un acento muy político, de confrontación con el Partido Popular. Lejos de la línea conciliadora y dialogante de su antecesora Jiménez. Así han saltado chispas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. A principios de junio los consejeros ‘populares’ plantaron a Pajín por convocar un Interterritorial que no reflejaba el resultado de las urnas del 22-M y por no abordar la necesaria financiación del SNS. Y en el de julio, criticaron duramente que Pajín y su equipo vendía un acuerdo sobre ahorro en farmacia cuando en el seno del Interterritorial no se había alcanzado. Casi un mes más tarde el Consejo de Ministros aprobaba el real decreto 9/2011, del que muchos consejeros se quejaban no saber ni cómo se había confeccionado. Precisamente este 9/2011 promovido por el Ministerio de Pajín venía a quitar razones al propio departamento en la guerra abierta con la Xunta de Galicia por el llamado ‘cataloguiño’, el catálogo priorizado de medicamentos impulsado por esta comunidad y que está pendiente del Tribunal Constitucional. Al final la ministra, de forma indirecta, reconocía que había que tomar medidas extraordinarias de ahorro, algo que la consejera gallega Pilar Farjas llevaba diciendo mucho tiempo. Es más, tras el Interterritorial de julio algunas comunidades como Aragón se interesaban directamente por la fórmula gallega. En cuanto a las leyes reformadas, ambas fueron herencia de la etapa de Trinidad Jiménez. Que la primera viera la luz ha supuesto el que puede considerarse uno de los pocos éxitos de Pajín como ministra. Los profesionales la respaldaron y la opinión pública ha acabado por aceptarla. En el lado opuesto la del Aborto, que ha encontrado el rechazo de buena parte de la sociedad. Incluso responsables del Partido Popular hablan de su derogación si las urnas del 20-N dan a Mariano Rajoy las llaves de La Moncloa. Pajín deja asuntos sin resolver
Según las encuestas preelectorales, a Pajín le quedan pocos días como ministra para maniobrar con cuestiones pendientes. Ya se sabe que esta legislatura no sale la Ley de Muerte Digna, bandera que ondeaba el PSOE de Rodríguez Zapatero, y se están agilizando las gestiones para encarrilar temas como el registro de profesionales o la troncalidad. |