País Vasco condiciona el diálogo a la atención inmediata de sus pacientes, mientras La Rioja asegura que no ha habido ninguna comunicación oficial con el Gobierno vasco



16 nov. 2011 20:17H
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Ángeles Blanco. Madrid
Tanto el Gobierno vasco como el Ejecutivo de La Rioja aseguran que están dispuestos a dialogar. Así se postula también el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, que solicita a ambas comunidades un acuerdo bilateral para solucionar “a la mayor brevedad” el problema ocasionado a los pacientes de La Rioja Alavesa. Sin embargo, la polémica sigue abierta y las declaraciones públicas no aportan mucha claridad a un conflicto asistencial sobre el que todas las fuerzas políticas han comenzado a pronunciarse.

Para el Ministerio de Sanidad existe “base más que suficiente para el acuerdo” y se tiene que hacer desde el diálogo y la valoración de los “términos en los que se deben producir las derivaciones de pacientes”, así como todos los aspectos que puedan resultar relevantes para garantizar, en último término, “la mejor accesibilidad de los pacientes a los servicios sanitarios prestados por nuestro Sistema Nacional de Salud”.
 

De arriba a abajo: el secretario general de Sanidad, Alfonso Jiménez Palacios; el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz; el consejero de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco, Rafael Bengoa; y el consejero de de Salud y Servicios Sociales de La Rioja, José Ignacio Nieto.

El Gobierno vasco también confía en la solución del conflicto, pero condiciona el diálogo a la inmediata atención de estos pacientes. “Hay que volver a la situación asistencial de partida”, indican fuentes de la Consejería de Sanidad y Consumo, a la vez que afirman que La Rioja tomó una decisión “unilateral” y “no comunicada”, de la que tuvieron constancia por las quejas de los propios pacientes.

La atención primero es también la premisa del ministerio. “Te pido que, de manera inmediata, se vuelvan a dar las citas que se están negando a los pacientes de estas poblaciones limítrofes con La Rioja y que se instaure el necesario diálogo entre las partes”, requiere el secretario general de Sanidad, Alfonso Jiménez Palacios, en la carta remitida a José Ignacio Nieto.

Discrepancias también en la forma

Por su parte, el consejero de Salud y Servicios Sociales de La Rioja, José Ignacio Nieto, asegura que el gobierno riojano se sentará a negociar "en el momento en que nos lo pida el Gobierno vasco". Una situación que todavía no se ha dado porque “no ha habido ninguna comunicación oficial” por parte del Ejecutivo vasco.
Sobre si ha habido o no reuniones entre ambas comunidades el País Vasco manifiesta su sorpresa por las declaraciones de Nieto sobre la inexistencia de comunicaciones oficiales. “El 21 de octubre hubo un encuentro entre los consejeros tras conocerse que La Rioja había decidido no atender en el hospital de San Pedro de Logroño a pacientes de Rioja Alavesa”, afirman desde la consejería vasca.

En dicho encuentro aseguran que se acordó “paralizar la medida y crear un grupo de trabajo técnico” para ordenar los flujos de pacientes entre ambas regiones. Después, y aunque se fijó la fecha del 3 de noviembre para la celebración de la primera reunión de esta comisión, las conversaciones se detuvieron debido a que los pacientes no fueron re atendidos.

Las conversaciones continúan, según la Consejería del País Vasco, el día 28 de octubre, momento en el que el Gobierno riojano “mantiene su rechazo” a atender a estos pacientes y muestra “nula disposición a conceder a Osakidetza el tiempo que necesita para la adopción de las medidas necesarias”.

Hace unos días el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, espetaba diciendo que se había cometido un “abuso” y que no iba a “pasar” por esta cuestión porque entendía que estaban “haciendo el primo”. “Ha habido un abuso, que hemos favorecido, y que ha impedido al Gobierno vasco tomar decisiones porque lo tenía todo resuelto, y hay ciudadanos con dos sistemas de salud, el vasco y el riojano”, denunciaba Sanz.

Por eso, desde La Rioja creen que se debe “valorar” la situación y que se debe hacer “con datos encima de la mesa” y dejando la puerta abierta a compensaciones económicas y/o asistenciales. Las “cifras”, en caso de esta hipotética compensación económica “deben ser fruto del acuerdo”, sostiene Nieto.

Una solución que se daría siempre y cuando el Ejecutivo vasco así lo requiera, que es a juicio de Nieto, “quién tiene el problema”. Para el País Vasco no se contempla esta opción. “Mostramos un rechazo frontal a cualquier fórmula que implique contraprestaciones económicas por la atención de pacientes de comunidades vecinas”, sentencian.

Sobre los posibles remedios, el Ministerio plantea a La Rioja que recurra al Fondo de Cohesión Sanitaria para solicitar este tipo de ayudas, mientras que el País Vasco sostiene que se deberían buscar otras fórmulas como las compensaciones por flujo de pacientes o el refuerzo de determinadas especialidades, todo ello siempre desde el punto de vista de las necesidades del paciente.


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