El PSOE acusa a la ministra de no medir la repercusión en la salud de los más desfavorecidos



8 may. 2012 23:31H
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María Márquez. Madrid

La ministra Ana Mato durante su intervención.

Al igual que en el Congreso, el Real Decreto 16/2012 está siendo un revulsivo para el diálogo en la Cámara alta. Con las mayores discrepancias enfocadas hasta el momento en el debate sobre la píldora poscoital con o sin receta, la norma impulsada por la ministra Ana Mato ha provocado que los ataques entre partidos se hayan endurecido. De “mentiras”, acusaciones de “enterrar la sanidad pública” o no representar “a un político católico”, se ha defendido Mato en la sesión plenaria de este martes con argumentos no demasiado originales, centrados en la “herencia recibida” del anterior Gobierno y el compromiso de una sanidad “pública, universal, gratuita y de calidad”.

Lertxundi: el SNS va hacia el modelo americano

El primer senador socialista en intervenir ha sido Roberto Lertxundi, quien ha acusado a Mato de "mentir" en anteriores comparecencias al haber convertido "a pensionistas y jubilados en prestatarios de la hacienda pública” y de redirigir el Sistema Nacional de Salud (SNS) hacia “el modelo americano del sálvese quien pueda”, por lo que la ministra se convertirá (como ya había pronosticado en otra sesión), en su opinión, en la "enterradora de la sanidad pública". La ministra ha tachado las palabras de Lertxundi de demagogia, recriminándole “no hablar con las comunidades autónomas”, en alusión al “acuerdo” alcanzado en el último Consejo Interterritorial, del que teóricamente ha surgido el citado Real Decreto.

Los senadores socialistas Roberto Lertxundi, María Chivite, y Raquel M. Andrés.

Por su parte, María Chivite ha cuestionado la cobertura sanitaria de mayores de 26 años sin empleo, discapacitados, divorciadas sin experiencia laboral y extranjeros sin residencia en España, además del principio de “universalidad” del que hace alarde la ministra. “No la veo por ningún lado”, ha señalado la senadora socialista. En este caso, la titular de la sanidad estatal ha recriminado a Chivite "faltar a la verdad" y ha asegurado que los mayores de 26 años serán titulares, “y no cobeneficiarios de la tarjeta de sus padres”. "Con una deuda de 16.000 millones de euros, estábamos en riesgo de dejar de tener suministros de los proveedores", ha justificado Mato.

Para Andrés, Mato no es una “política católica

La última crítica socialista ha procedido de la senadora Raquel Miriam Andrés quien, centrada en la atención a dependientes, ha tildado el RD de “impresentable para un político católico”. De la igualdad y universalidad preexistentes, en su opinión, a dicha norma, al SNS solo se accederá, según Andrés, “si eres asegurado o certificas que eres pobre”. En esta línea, ha acusado a la ministra de no calcular “el impacto sobre la salud” que tendrá estas medidas para “los colectivos más desfavorecidos”. Mato ha respondido asegurando que el 61 por ciento del presupuesto de su departamento se dedica este año a los dependientes, recalcando que, al contrario de lo propuesto en su momento por líderes socialistas (en alusión a Marina Geli), el Gobierno actual “no ha consentido que se pague por la asistencia sanitaria”.
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