Las condiciones laborales del profesional sanitario y los excluidos de la asistencia gratuita son sus mayores preocupaciones



25 oct. 2013 14:29H
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María Márquez / Imagen: Adrián Conde. Madrid
El 9º Congreso de la Federación de Servicios Públicos (FSP) del sindicato UGT, celebrado esta semana en Madrid, ha supuesto la revalidación de Pilar Navarro al frente de la Secretaría del Sector de Salud, Servicios Sociosanitarios y Dependencia, que ocupa desde el año 2000. Muchos años, muchas ‘luchas’, pero ahora quiere dejarse guiar por el espíritu optimista. “Hay un cambio de ciclo, pero la ciudadanía está implicada, así que nos costará más o menos, pero el Sistema Nacional de Salud no desaparecerá”.

Pilar Navarro.

Nueva etapa (“diferente en contexto pero similar en nuestra reivindicación prioritaria de defender lo público”) en la que la secretaria federal sigue demandando que “el dinero que existe se destine al ámbito sanitario”. En esta línea, se siente defraudada por la ministra de Sanidad, Ana Mato, ya que considera que ha antepuesto prioridades financieras a la asistencia universal. “Nunca llegué a pensar que el máximo responsable de la sanidad nacional tomase decisiones en contra del SNS y el derecho sanitario. Creo que Mato debería haber peleado más por el SNS, por blindarlo”, lamenta. Navarro cree que la clave para que el SNS cuente con una financiación adecuada se encuentra en “la ideología”, es decir, “tener claro qué hay que proteger”. Por otro lado, plantea que la profesionalización de la gestión sería una herramienta “muy útil” para impedir que “se haga un mal uso de los recursos públicos”.

La relación sindical con el Ministerio es uno de las cuestiones que más le preocupan porque opina que la negociación real no está existiendo. “Está quebrada. Se está produciendo un desprestigio de las organizaciones de clase”, critica. A medio-largo plazo, Pilar Navarro señala tres colectivos sobre los que la reforma sanitaria tendrá, a su juicio, efectos perniciosos: pensionistas con dificultades para adquirir medicamentos; pacientes con enfermedades raras y sus familias; y los profesionales que emigran por falta de condiciones laborales adecuadas. De hecho, esta situación laboral es, junto a la población excluida de la asistencia sanitaria gratuita, su mayor preocupación en el momento actual.

‘Echando la vista atrás’ y recordando cómo de convulso fue el inicio de este año desde el punto de vista sindical, la secretaria federal de UGT no cree sin embargo que haya pasado la tormenta y que ahora el tiempo sea menos complicado. “Los Presupuestos Generales del Estado para 2014 anuncian una reducción de un 22 por ciento en sanidad, recorte que pensamos que irá a parar a las plantillas, motivando el empobrecimiento de los trabajadores y una peor atención para los pacientes”, apunta.

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