Mariano Barbacid le ha confirmado que continuará en el equipo de Oncología Molecular



27 jun. 2011 22:15H
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María Márquez / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
Tras su nombramiento el pasado miércoles, María Blasco ha comparecido oficialmente ante la prensa como nueva directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Acompañada de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y el secretario de Estado de Ciencia, Felipe Pétriz, Blasco anunció como objetivo prioritario “acercar el CNIO a los hospitales, la Universidad y la sociedad”. Para Barbacid, palabras de admiración y agradecimiento por continuar al frente de su equipo de Oncología Molecular, su cometido anterior. Pétriz ha admitido que el nombramiento de Blasco estuvo precedido por la renuncia de dos candidatos “internacionales”. La razón es una incógnita, si bien el secretario insistió en que “nunca ha recibido un mensaje negativo” de los investigadores sobre el CNIO.

Felipe Pétriz, secretario de Estado de Ciencia; Cristina Garmendia, ministra de Ciencia e Innovación y María Blasco, nueva directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.



Eludiendo polémicas sucesorias, Blasco inició su discurso con agradecimiento y “admiración” hacia Mariano Barbacid, del que “tanto ha aprendido” en tareas de investigación “y gestión” y sobre el que ha confirmado su continuidad en el Centro. Ante el marcado carácter personalista de Barbacid en la entidad, la investigadora subrayó que “no quiere que sea el Centro de María Blasco”, sino que aboga por la constante evaluación en “gestión e investigación”.

Entre sus retos a corto plazo, potenciar el lazo con el mundo sanitario a través del Programa de Investigación Clínica que dirige Manuel Hidalgo, y crear “oficinas de transferencia de tecnología”, o en otras palabras, “retornar la gran inversión del CNIO” a la población. Y en cuanto a la excelencia de la entidad, Blasco anuncia el reto de lograr la Acreditación Severo Ochoa.

La tercera candidata

Objetivos de la nueva directora.

Experiencia en gestión, capacidad de liderazgo y proyección internacional. Según Garmendia, han sido las cualidades que han decantado el nombramiento por esta discípula de Margarita Salas. Pero antes de ella hubo otros dos candidatos “internacionales” en un proceso, que como recordó Felipe Pétriz, comenzaba a mediados de 2009. El secretario no explicitó las causas de estas dos primeras renuncias, si bien insistió en que “nunca había recibido un mensaje negativo” sobre el CNIO. Aunque en un principio se pensó en buscar un director en funciones, finalmente Mariano Barbacid aguantó la tensión con el Ministerio hasta el 22 de junio, cuando llegó “la propuesta priorizada” de María Blasco, hasta entonces vicedirectora de Investigación Básica.

Financiación de terapias experimentales = sociedad mercantil + sociedad inversora

La confrontación de Barbacid con el Ministerio se originó por la supuesta falta de financiación para terapias experimentales denunciada por el investigador, quien defendió crear una Agrupación de Intereses Económicos dentro del CNIO. Si en un primer momento el Ministerio tachó su propuesta de “ilegal” según criterios de la Abogacía del Estado, finalmente se ha optado por estudiar alternativas a la financiación habitual. Ahora será Blasco quien decida si una de estas fórmulas analizadas por el patronato del Centro es viable: su participación en una sociedad mercantil (perfil investigador) y una sociedad inversora (fondos privados) estableciéndose entre ambas contratos de investigación.

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