28 feb. 2012 12:55H
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los cafés de redacción médica
MARGARITA ALFONSEL, SECRETARIA GENERAL DE FENIN
“En este momento no hay problema de desabastecimiento, pero a corto plazo sí se puede dar”
“Es necesario hacer un punto de inflexión, que debe ser enero de 2012, para resolver los pagos pendientes”

“Vemos en el Gobierno sensibilidad para abordar el problema de la deuda”

“Desde 2007 hemos cifrado el cese de actividad en un 12 por ciento aproximadamente”

Enrique Pita / Imagen: Diego S. Villasante. Madrid
Desde 2007 un 12 por ciento de las empresas del sector de tecnología sanitaria han cesado en su actividad. Un drama que puede ir a más si el problema de la deuda de las autonomías con el sector no se solventa pronto.

El alcance del problema supera los límites nacionales, hasta el punto de que las cámaras de comercio extranjeras asentadas en España, junto con la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) y Farmaindustria, han dirigido una misiva al presidente del Gobierno para que solucione esta “situación precaria”. Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin, ha analizado con Publicación de Tecnología Sanitaria la situación y las soluciones que, a su modo de ver, deberían adoptarse.

La crisis ha llevado a Fenin, junto a Farmaindustria y varias cámaras de comercio extranjeras asentadas en España, a enviar una carta a Mariano Rajoy en la que hacen una serie de reclamaciones y propuestas para solucionar la deuda que soporta el sector. ¿Qué respuesta esperan de este SOS que han lanzado?

En toda nuestra trayectoria esto es un elemento más de llamada de atención sobre la situación tan precaria que tenemos. La carta, como bien dices, ha sido dirigida al presidente del Gobierno y en ella lo que hacemos es una foto de la situación del sector y establecer una serie de elementos para la resolución del problema, es decir, exponemos la situación de la industria sanitaria en su conjunto, uniendo el ámbito farmacéutico y el ámbito de tecnología sanitaria, ciframos la deuda en unos 12.000 millones de euros, y por lo tanto lo que pedimos es una intervención directa del Ejecutivo porque consideramos que es incompatible con la marca España.

Es muy importante para nuestras empresas que nuestro país tenga credibilidad porque las inversiones extranjeras será atraídas en la medida que el escenario sea proclive a recibir esas inversiones.

Margarita Alfonsel responde a las preguntas del director general de Sanitaria 2000, Ricardo López, y de Enrique Pita.

Además, hacemos una serie de propuestas para resolver el tema. Consideramos que es necesario hacer un punto de inflexión, que debe ser enero de 2012, para resolver la deuda pendiente, y abordar esa deuda mediante propuestas que se están formulando ahora como líneas de crédito a través del ICO. Pero es necesario que sean medidas que tengan alcance para resolver el problema. Por otro lado planteamos que de aquí en adelante construyamos un futuro de responsabilidad compartida, de compromiso, pero realmente con presupuestos que sean finalistas hacia las comunidades autónomas, y también con presupuestos que sean realistas, porque si no estamos generando una nueva situación que pasado un tiempo se volverá de nuevo contra las empresas.

Este es el mensaje al presidente del Gobierno, que se suma a otros mensajes que hemos ido remitiendo en el pasado tanto al Ejecutivo anterior como al actual, poniendo de manifiesto cuál es la situación y qué medidas se deben poner en marcha desde nuestra perspectiva para acotar y poner ese punto de inflexión al que me refería y para construir el futuro, porque la industria sanitaria en su conjunto aporta un valor al sistema sanitario indudable y sobre todo porque tiene una repercusión directa en que tengamos un sistema universal, equitativo y de cara a los pacientes.

¿Qué esperan que responda? ¿Qué satisfaría a Fenin como respuesta del Gobierno?

Este tema es complejo. Sí que es cierto que hay una cierta sensibilidad del Gobierno de que hay que abordar este tema. Vemos que el Ejecutivo es consciente de que hay que abordarlo porque si no nos vamos a cargar todo el tejido empresarial que tenemos en el ámbito sanitario y repercutirá en el sistema en su conjunto.

Existiendo esa sensibilidad, que es un paso muy positivo, queda mucho camino por andar. Tenemos muchas preguntas que estamos formulando y todavía no hay respuestas. Consideramos que la voluntad tiene que traducirse en hechos. Hemos mantenido contactos con el Ministerio de Sanidad a través de su secretaria general, Pilar Farjas, que nos ha transmitido mensajes de extrema preocupación, de compromiso de búsqueda de soluciones y con el Ministerio de Economía, con el que también hemos tenido contactos, estamos en la misma dinámica. Somos conscientes del problema, vamos a poner soluciones sobre la mesa, pero nos faltan datos, porque cuando hablamos de qué cuantía se va a poner sobre la mesa para paliar esta situación se habla de unos 10.000 millones de euros para abordar tanto deuda financiera como deuda a proveedores, por lo tanto, la deuda a proveedores puede ser un 50 por ciento de ese monto económico. Pero los proveedores no somos solo la industria farmacéutica y la industria de tecnología sanitaria, hay más industria que tiene que resolver sus problemas, por lo que entendemos que la Sanidad debe ser una prioridad, aunque no se nos ha respondido en este sentido, y señalan que la prioridad es la antigüedad de la deuda, por otro lado, aunque consideramos que esta antigüedad es de justicia, creemos que es insuficiente.

“Si no se aborda el problema de la deuda nos vamos a cargar el tejido empresarial de ámbito sanitario”.

“Fenin no puede controlar el desabastecimiento, son decisiones de las empresas en función al momento actual”.

La solución que se ha propuesto consideramos que es una solución a medias. Hace falta una línea de crédito nueva en un breve espacio de tiempo y un calendario de pagos desde enero de 2012 en adelante para que tengamos la confianza y la certidumbre en que la situación está realmente acotada. En Economía nos dicen que es necesario hacer cambios estructurales en el sistema cuando demandamos también que el futuro tenga una certeza de que los presupuestos son finalistas y cubren las necesidades del sistema y se nos habla de que esto es un tema a medio plazo. Esta respuesta es bastante intranquilizadora. Consideramos que con estos elementos que propones sí que se lograrían ahorros para el sistema, pero ahora nos encontramos con una elevadísima deuda, con un compromiso de solución que todavía falta articular y ver cómo se traduce en la realidad, y además necesitamos cómo va a ser el futuro, qué presupuestos va a haber, si van a ser finalistas y, por supuesto, las medidas de racionalización.

En relación con el escrito que hemos dirigido a Mariano Rajoy hay un elemento que solicitamos y creemos que puede ser muy importante, la identificación de un único interlocutor. En estos momentos estamos llamando a la puerta de Economía, de Hacienda, de Industria, de Sanidad, y sería importante tener un interlocutor que aunase todos elementos y pudiese ser el medio para obtener las soluciones.

Entonces parece que los mensajes se dispersan

Sí, e incluso hay veces que los mensajes no es que sean contradictorios, sino que pueden no ser complementarios y se tarda mucho más en poner el mecanismo en marcha. Hay dificultades para encontrar un solapamiento entre los mensajes de todos y ponerlos en común.

En esa carta se advierte de que hay multinacionales que se están planteando su situación en nuestro país. ¿Os consta que hay empresas nacionales que lo están pasando muy mal y que pueden ver en peligro su continuidad o su propia existencia?

Siempre decimos que hay dos perfiles de empresas fundamentalmente: las empresas nacionales y las multinacionales. En cuanto a las empresas nacionales hemos realizado un estudio en el que constatamos el cese de actividad de un porcentaje importante de compañías desde el año 2007 hasta hoy. Las empresas nacionales no pueden aguantar, les falta crédito para poder seguir adelante y es inviable la subsistencia. Este es un problema que incide directamente en el tejido industrial de nuestro país, con lo que se pierde empleo y se empobrece el país.

En cuanto a las multinacionales, estamos tremendamente preocupados porque desde sus casas matrices están recibiendo mensajes alarmantes de preocupación por cómo está la situación en España. Por eso decimos que la ‘marca España’ está en descrédito, porque algunas multinacionales están analizando la posibilidad de abandonar determinados mercados, bien sea todo nuestro país o determinadas comunidades autónomas que tienen unos plazos de pago muy elevados y una deuda pendiente muy alta.

Esto es una preocupación importantísima para nosotros. Hablamos de que los dos perfiles de empresas que están dando vida a nuestro sector sanitario son precisamente las que están tomando decisiones que son desde luego dramáticas para el futuro del sector.

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