Madrid acogerá el II Congreso Nacional Semergen de Pacientes Crónicos

Redacción. Madrid
Madrid ha sido la ciudad escogida para la celebración en 2014 del II Congreso Nacional Semergen de Pacientes Crónicos. Después del éxito de la I edición celebrada en Valencia en el mes de mayo, el presidente del Comité Organizador y vicepresidente segundo de Semergen, Rafael Micó, ha querido insistir en la necesidad de que la Atención Primaria (AP) sea la que lidere el cambio de modelo sanitario, aunque “la reorientación es una cuestión de todos”.

Rafael Micó, presidente del Comité Organizador del Congreso.

El I Congreso Nacional Semergen de pacientes crónicos reunió a los médicos de Atención Primaria y a las asociaciones de pacientes con el objetivo de mejorar las estrategias para hacer frente a la cronicidad. El lema elegido para esta primera cita fue el de “Caminando juntos” y responde a la filosofía de que es una cuestión de todos (pacientes, profesionales y Administración) avanzar en la prevención, planificación y tratamiento de la cronicidad.

Más de 500 “pacientes congresistas” asistieron al encuentro que contó con la participación del director de cine Albert Espinosa que desde su experiencia personal transmitió la realidad de la convivencia con la enfermedad desde el optimismo. En el congreso se puso de manifiesto la importancia de una buena comunicación médico-paciente, la necesidad de formación, corresponsabilidad y el rol activo de los pacientes crónicos.

Además, se abordaron aspectos como la legislación de las asociaciones, los derechos de los pacientes y el papel de la red de escuelas de salud, entre otros. Quedó de manifiesto la importancia del trabajo que desarrolla la AP y las asociaciones para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. En este sentido, el congreso ofreció aulas formativas y talleres sobre diabetes, uso de inhaladores, anticoagulación, toma de decisiones en el enfermo renal, el papel de los cuidadores, tratamiento del dolor, homeopatía, caricias, psicoeducación y redes sociales.

En la zona de exposición hubo un circuito de salud donde los pacientes pudieron calcular su riesgo cardiovascular, realizarse una toma de presión ocular, una audiometría, una determinación de glucemia y una espirometría.