Los sindicatos cargan otra vez contra Osakidetza

Redacción.Vizcaya
Los sindicatos ELA, LAB y ESK protagonizaron ayer la primera de las tres jornadas de movilizaciones que han convocado para esta semana como forma de protesta antes los recortes presupuestarios en Osakidetza.

En concreto, los manifestantes se concentraron ayer, como lo harán hoy y mañana a las puertas de varios hospitales y centros de salud bajo el lema 'Por una Sanidad vasca de calidad, condiciones de trabajo dignas y negociación colectiva real' y criticaron que el Gobierno vasco haya recortado en un 3,2% el dinero que este año destina al Departamento de Sanidad, “cuando nuestro presupuesto está muy lejos de la media de la OCDE”, la organización que aglutina a los 30 países más desarrollados del mundo.

Siguen las movilizazciones de los sindicatos contra los recortes de Osakidetza.

Pero no es solo esto lo que preocupa a los sindicatos, que aseguran no entender porque se producen recortes en la sanidad si, como se ha hecho público estos días, Osakidetza cuanta con un superávit que supera los 7,5 millones de euros.

Así, desde las centrales sindicales se ha calificado de robo que el Gobierno Vasco haya impuesto recortes salariales “ que oscilan entre los 700 y los 3.500 euros anuales en función de la categoría” al personal del Departamento Vasco de Salud, cuando en 2009 “se comprometieron a una subida del IPC”.

Tampoco gusta a los sindicatos la decisión de no cubrir con sustituciones las bajas cortas. “Si un compañero se ausenta o cae enfermo se procede al 'sálvese quien pueda', y eso cuando en muchos centros las cargas de trabajo ya son inasumibles” han manifestado los representantes sindicales en un comunicado, en el que no se han olvidado de hacer mención al conflicto de los puntos de atención continuada (PAC) de Vizcaya y de Guipúzcoa que mantiene enfrentada a Osakidetza con los trabajadores desde el pasado mes de junio.

Por todo ello, para los sindicatos es imprescindible que se establezca “una negociación colectiva real” con los actuales responsables del Sistema Vasco de Salud, a los que han acusado de negarsela en numerosas ocasiones, suplantando dicha negociación “por reuniones que se limitan a dar cuenta de planes y proyectos decididos de antemano”.