El centro de Bellvitge dejará de usar 220 de las 620 disponibles



7 jul. 2014 17:38H
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Redacción / J.B. Barcelona
Los hospitales de referencia catalanes, entre los que se encuentran todos los centros del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y el Hospital del Mar de Barcelona, cerrarán al menos 952 camas en agosto por la caída de la actividad y los ajustes, según datos sindicales aportados a agencias de noticias pero todavía no confirmados a Redacción Médica por aquel organismo.

El Hospital de Bellvitge, que acaba de convertirse en foco de polémica y manifestaciones de trabajadores y vecinos por el cierre de camas y derivación de actividad a otros centros, tiene previsto dejar de usar 220 camas en agosto, de las 620 disponibles.

El Vall d'Hebron, considerado el hospital más grande de Cataluña por sus 1.150 camas de capacidad, inutilizará 225 camas durante todo el mes de agosto, mientras que en julio contará con 60 menos en la primera quincena y con 109 menos durante la segunda. El Josep Trueta dejará de contar con 58 camas, de las 300 que tiene el centro, mientras que Can Ruti de Badalona cerrará al público 102 camas, de las 569 del centro, y el Arnau de Vilanova de Lleida dejará de utilizar 104.

A diferencia del resto de hospitales, el Joan XXIII no ha comunicado una planificación mensual de camas disponibles, porque las utiliza en función de las necesidades, pero tiene previsto no contar con entre 70 y 75 camas durante el periodo estival, de las 383 que tiene el centro.

El Hospital Verge de la Cinta de Tortosa (Tarragona) dejará de usar 35 habitaciones, lo que los trabajadores calculan que afectará a 60 empleados, mientras que el Hospital del Mar y de l'Esperança, de 492 plazas, cerrarán 113, teniendo en cuenta que el del Mar suma solo 395 del total de camas del Parc Salut Mar en que están integrados ambos centros.

Los sindicatos no ven causa “objetiva”

Desde el Sindicato de Enfermería (Satse) de Cataluña, su portavoz, Sheila Gascón, ha criticado que la Consejería de Salud no aporta “ninguna justificación objetiva” para argumentar el cierre de camas en los meses de verano.

“Se respaldan en la caída de actividad, pero viene mucho turismo de fuera, y hay camas en desuso cuando hay gente por los pasillos de urgencias”, ha señalado la portavoz. Sobre las palabras del consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, que defiende la flexibilidad en la apertura de camas en función de las necesidades, Gascón ha criticado que si en algún caso se han reabierto camas, se ha sobrecargado al mismo personal existente con más trabajo.

Igual que la vicepresidenta del sindicato Metges de Cataluña (MC), Teresa Fuentelsaz, ha criticado que se cierren camas por supuesta bajada de actividad, cuando “existen largas listas de espera”, que podrían ser aligeradas durante los meses de verano.

Cerramos camas para ahorrar

En declaraciones a Europa Press, Fuentelsaz ha deplorado que “la flexibilidad no es el criterio utilizado para planificar las camas”, y ha lamentado que lo único que prevalece ante esta situación es el argumento económico.

“Cerramos camas para ahorrar y no porque no se necesiten, porque si bien es cierto que hay patologías que bajan, las listas de espera permanecen y en el Hospital de Bellvitge hay 849 pacientes que esperan una operación desde hace más de tres años”, ha dicho la también representante de la Junta de Personal de Bellvitge.
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