Los partidos quieren un pacto sanitario postelectoral, según los médicos

Redacción. Santa Cruz de Tenerife
Representantes de los grupos parlamentarios han expresado a la junta directiva del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife su interés en que en la próxima legislatura haya un pacto sanitario en Canarias entre todos los partidos, según ha comentado el presidente del organismo, Rodrigo Martín, tras reunirse con diputados de los grupos Socialista, Popular y de Coalición Canaria, en un encuentro al que también asistió el presidente de la Cámara autonómica, Antonio Castro.

Rodrigo Martín.

Rodrigo Martín ha admitido que "estamos en elecciones" por lo que habrá que esperar a ver si los grupos mantienen su propuesta de un pacto en este ámbito tras los comicios pues, de ser así, hoy sería "un día histórico para Canarias".

Martín ha indicado que en la reunión también se trataron propuestas que pueden materializarse antes de las elecciones de mayo y en concreto, de una que sólo depende "de la decisión política", que es la unificación de las historias clínicas.

Al respecto, ha señalado como ejemplo que actualmente hay una historia clínica en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, otra en el Hospital Universitario de Canarias y otra en el Doctor Negrín, mientras que con un único documento se ahorrarían costes, se evitaría la repetición de pruebas diagnósticas, se mejoraría la atención al usuario y se reducirían las listas de espera.

En todo caso, la junta directiva del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife ha pedido a los grupos parlamentarios que haya reuniones sobre la situación de la sanidad en Canarias apartadas del debate político y centradas en el aspecto técnico, con médicos, enfermeros, sindicatos, enfermos y sociedad civil.

De esta forma se podría llegar al consenso en la próxima legislatura sobre "hacia dónde vamos" en este asunto, algo que no se va a conseguir "de golpe" pero al menos se puede esclarecer "la línea" por la que seguir.

El Colegio de Médicos también planteó la necesidad de cambiar la estructura del sistema sanitario, ya que el 80 por ciento de los enfermos son crónicos y sin embargo, están siendo tratados en un sistema diseñado para agudos, algo "absurdo".